Una vez por año deberíamos consultar al dermatólogo para que controle nuestros lunares y pueda detectar en forma precoz el cáncer de piel, que tiene como causa principal la inadecuada exposición al sol.

Una vez por año deberíamos consultar al dermatólogo para que controle nuestros lunares y pueda detectar en forma precoz el cáncer de piel, que tiene como causa principal la inadecuada exposición al sol.
"Un lunar nuevo, cambios en la forma, color o tamaño de lunares que ya teníamos, una mancha extraña o una lesión en la piel que no se cura, son señales que no hay que pasar por alto", menciona el dermatólogo Gabriel Salerni, presidente de la Asociación Dermatológica de Rosario, en el Día Mundial contra el Cáncer. Pero incluso, si nada nos llama la atención, es aconsejable pasar por el consultorio para que un especialista revise todos y cada uno de los lunares que tenemos en el cuerpo con un dermatoscopio (una especie de lupa que constituye una herramienta fundamental en el diagnóstico), ya que algunos están más ocultos o a simple vista no generan ninguna preocupación y de todos modos pueden ser peligrosos.
Si bien la cultura de exponerse mucho al sol está pasando de moda (hubo décadas como las del 80 o los 90 en las que estar muy bronceados era sinónimo de belleza y estatus) y el uso de las camas solares (que ya se sabe que son cancerígenas, dice Salerni) está sumamente acotado, no es tan raro encontrar lesiones que necesitan ser biopsiadas. La absorción de los rayos ultravioletas se da a lo largo de toda la vida, y la que recibimos especialmente en las dos primeras décadas es la mayor responsable del cáncer de piel.
Por lo tanto, aunque nos cuidemos mucho ahora, usemos protector de manera adecuada, pasemos mucho tiempo a la sombra (lo que no nos exime de usar protector solar) o ni siquiera tomemos sol, el daño puede estar hecho. "Esto no significa que no haya que protegerse adecuadamente, tengas la edad que tengas, porque el daño en la piel se sigue produciendo", dice Salerni, que se especializa en oncología y trabaja tanto el sector privado como público de la Salud.
El dermatólogo dijo que afortunadamente, en los últimos años "los rosarinos han tomado mucha más conciencia en relación a los cuidados de la piel y los chequeos indispensables" y eso "nos permite encontrar lesiones en forma temprana para poder tratarlas y en muchos casos lograr la curación".
Existe un ABCDE que las sociedades dermatológicas de todo el mundo toman como referencia y difunden para que la población tome conciencia sobre el cáncer de piel. "Los lunares pueden estar en nuestra piel desde siempre pero es justamente la exposición al sol la que puede generar cambios a nivel celular", comentó Salerni y agregó: "Esta guía ayuda a estar atentos a nuestra piel".
Bordes, irregulares.
Color, variado, no uniforme.
Diámetro, mayor de 6 milímetros.
Evolución, si detectamos que uno de nuestros lunares cambia.
"La inclusión de la E, de evolución, que es más reciente en esta guía, es quizá el signo más relevante a tener en cuenta", agregó Salerni.
El médico comentó que si bien toda persona puede tener un cáncer de piel en algún momento de su vida hay quienes tienen mayor riesgo. "Es más frecuente en personas de piel muy blanca, ojos y cabellos claros; los pelirrojos, que además tienen una gran cantidad de lunares deben tener especial cuidado. Pueden aparecer a cualquier edad (tengo pacientes menores de 18 años con cánceres agresivos, aunque no es para nada frecuente). Por eso, a toda edad hay que hacer un control dermatológico.
Quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de piel no deben demorar las consultas, lo mismo que los que han estado expuestos a la radiación solar durante toda su vida, especialmente cuando eran niños o jóvenes". El médico recordó algo que ahora es mucho menos habitual: "La mayoría de las personas que hoy tienen 40, 50, 60, 70 años han tomado sol de manera indiscriminada. Cuando eran chicos ni existían los protectores solares, era frecuente ir al río o a la pileta y volver con la piel roja, ardida. Bueno, son estos los que más atentos tienen que estar en la actualidad a los controles con el dermatólogo", expresó Salerni.
Respecto a las alternaciones en la piel explicó que hay tumores más frecuentes y menos agresivos como los carcinomas y los epiteliomas. En estos casos, ante la duda, el médico extirpará el lunar o lesión para que sea analizado por un anatomopatógo. "En estos casos la exposición solar es determinante", dijo el médico.
"El melanoma ya es un tipo de cáncer más agresivo que es indispensable detectar en forma temprana para ofrecerle al paciente el mejor tratamiento (de hecho han mejorado mucho las terapias para abordarlo). El melanoma también puede tratarse con éxito si se lo diagnostica rápido", agregó Salerni.
Respecto al cuidado y atención de la piel de los chicos, comentó que "el pediatra o dermatólogo pediatra revisan al paciente y detectan si existe algún problema. Pero además del control médico es sumamente importante que los adultos los cuiden muchísimo del sol evitando exponerlos, y si lo hacen, que sea con gorro y protectores de factores elevados, indicados por el médico de acuerdo al tipo de piel de cada niño o adolescente".