Tras dos años y medio y una redeterminación de precios, Vialidad Nacional firmó finalmente ayer el contrato para la construcción del tercer carril de la autopista a Buenos Aires, desde el ingreso a Rosario hasta la planta automotriz de General Motors, en proximidades de el cruce con la A012. A partir de mayo, comenzarán los movimientos de suelo en el cantero central para hacer allí un nuevo carril por mano.
De esta forma, la obra salió de la incertidumbre en la que había quedado inmersa, tras dos años y medio de tironeos, reuniones y falta de precisiones en cuanto al futuro de la licitación. En enero pasado, los intendentes de Rosario Pablo Javkin y de Villa Constitución Jorge Berti, entre otros, exigieron al gobierno nacional definiciones para la ejecución de estos 9 kilómetros considerados “estratégicos” para la región y su conectividad.
Ayer, se confirmó que Vialidad Nacional rubricó el contrato para la construcción del tercer carril de la autopista hasta la planta automotriz.
La obra contratada por el gobierno nacional comprende nuevos puentes sobre el arroyo Saladillo, junto con un nuevo intercambiador de acceso a Alvear. Los trabajos tendrán un plazo de ejecución de dos años, bajo una inversión del Ministerio de Obras Públicas de la Nación de 8.500 millones de pesos (tenía un primer presupuesto de 3.500 millones). El administrador general de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta, firmó el contrato que asignó a una unión transitoria de empresas (UTE) Rovial-Edeca-Obring la construcción del tercer carril por mano para la autopista a Buenos Aires, entre Circunvalación y la A012.
El proyecto confirmado con la firma del contrato beneficiará a 36 mil vehículos que a diario circulan por el tramo. Al mismo tiempo, la inversión del Ministerio de Obras Públicas de la Nación brindará una mejor conectividad para Rosario, Villa Gobernador Gálvez, Alvear y Pueblo Esther.
La obra tiene un plazo de ejecución de dos años. Cabe mencionar que, a partir de la rúbrica del contrato y el acta de inicio a firmar durante el próximo mes, comenzarán los trabajos preliminares para la construcción dentro del cantero central de un nuevo carril por mano. Asimismo, se cumplirá con la instalación del obrador y el movimiento de los equipos para dar un paulatino y creciente volumen de tareas en los próximos meses.
En relación con la parte más importante de la obra, la UTE presentará el proyecto ejecutivo de los nuevos puentes paralelos de la autopista sobre el arroyo Saladillo, diseño que luego de la aprobación por parte de Vialidad Nacional comenzará a ejecutarse ya dentro del plazo contractual.
Sobre este punto, vale mencionar que los actuales puentes serán demolidos en etapas y reemplazados por dos viaductos nuevos, de 144 metros de longitud cada uno, con tres carriles por mano más banquinas pavimentadas.
Otra de las mejoras completará el actual puente de acceso a Alvear, ciudad que tendrá ingreso directo a la autopista por calle Piedrabuena.
En concreto, voceros de Vialidad Nacional explicaron que esta parte del proyecto implica la transformación del actual puente de cruce sobre la autopista en un intercambiador completo de acceso a Alvear con ramas con giros de entrada y salida demarcados y señalizadas.
Los funcionarios también dijeron que se readecuarán también los ingresos y egresos en el distribuidor que conecta la autopista con Villa Gobernador Gálvez, por la ruta provincial 22. Para una mayor seguridad vial, el contrato firmado por Vialidad Nacional prevé la iluminación en todos los intercambiadores, además de la nueva demarcación horizontal de la calzada ensanchada y la señalización vertical correspondiente adaptada al tercer carril d e todo el tramo.
Cabe recordar que el tercer carril formaba parte de los contratos incumplidos por la concesión de Participación Público Privada (PPP). Frente a la falta de cumplimiento, el Ministerio de Obras Públicas anuló, de común acuerdo con las concesionarias, los contratos PPP y asumió por intermedio de Vialidad Nacional la concreción de las obras postergadas.
Con la firma del contrato se despeja una duda en medio del tembladeral por las oscilaciones del dólar y su impacto en la obra pública y la redeterminación de precios en las licitaciones. Una explicación a más de dos años de dilaciones fueron los constantes cambios en los escenarios económicos y en los precios de los insumos.
Las partes tenían que ponerse de acuerdo con el monto de arranque, los valores actuales, la redeterminación de precios y las variables que se apliquen acorde a lo que en el contexto inflacionario signifiquen.