La Federación de Inquilinos, que nuclea a organizaciones de distintas provincias, planteó las dificultades que existen para pagar los alquileres de contratos que quedaron sujetos al DNU 70/2023, que derogaba la “Ley de Alquileres” de 2020. Los inquilinos tildaron como “perverso y cínico” el intento de negociar por acuerdo entre partes.
“Es una libertad de negocios que nos encadena a destinar la mitad o más de nuestros ingresos sólo al rentista”, se quejó Emmanuel Canelli, representante de Inquilinos Agrupados Rosario, en LT8. Si bien existe una mayor oferta de unidades en el mercado, el dirigente aclaró: “El DNU te permite llevar la lógica del Airbnb a lo habitacional y firmar contratos por la duración que se quiera. No existe el acuerdo entre partes porque hubo pactos entre inquilinos y dueños, dejando de lado a las inmobiliarias. Nosotros cada vez tenemos más consultas para rescindir contrato”.
Locatarios firmaron contratos ante el temor de quedarse sin hogar y se cambiaron condiciones como la duración o actualización de contratos. Con la Ley de Alquileres eran acuerdos por tres años y actualizaciones cada 365 días, sin la norma existen actualizaciones cada 60 días, aunque Canelli aseguró que en su mayoría rondan entre los 90 y 120 días en contratos por dos años.
En el texto presentado por la federación, marcan que las consecuencias significan “un retroceso de cien años, cuando las familias trabajadoras vivían hacinadas”.
“Muchísimas familias, parejas o personas solas, que ya no pueden afrontar aumentos trimestrales atados a la inflación, buscan desesperadamente una habitación en vivienda particular, compartida con otras y otros. Los jóvenes que tienen donde volver, lo hacen a casa de los padres o familiares”, señalan en el comunicado que lleva la firma de Inquilinos Agrupados Rosario y otras 15 organizaciones.
Por otro lado, la Federación de Inquilinos sostuvo que el impacto del alquiler en el bolsillo del trabajador “es el más alto de la historia”. En este contexto, “empiezan a proliferar la suspensión de pago, crecen los desalojos y comienza una crisis habitacional que desembocará en una crisis social”.
Uno de cada 10 tuvo problemas en Rosario
Un informe realizado por el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) junto a la Universidad Nacional de Rosario (UNR) reveló que al menos un 12% de los inquilinos tuvo algún inconveniente para afrontar el alquiler durante los últimos tres meses: algunos demoraron el pago; otros renegociaron el monto porque era demasiado alto; un tercer grupo rescindió el contrato por no poder pagarlo y un cuarto se fue a una propiedad de menor valor.
El dato se desprende de una encuesta realizada entre los días 4 y 7 de octubre, y respondida por 270 inmobiliarias de Rosario, que administran 25.700 contratos vigentes. El trabajo fue realizado con corredores matriculados del Cocir, y los números fueron procesados por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística de la UNR.
“El motivo del informe tiene que ver con que últimamente hubo ciertas inquietudes en la opinión pública sobre niveles de morosidad o incumplimiento de contratos por parte de inquilinos. Es por eso que, con el objetivo de comunicar información precisa y chequeada, hicimos una encuesta con nuestros corredores para tener un panorama real de lo que está sucediendo en el mercado de alquileres”, dijo Alejandro Bassini, coordinador del Departamento de Estadística del colegio.
La referencia es al informe difundido por la Concejalía Popular sobre el impacto que tuvo la modificación en la legislación de los alquileres en Rosario y en el país, en el que se apuntaba que un relevamiento nacional de inquilinos mostraba que uno de cada cuatro rescindió el contrato producto de alquileres más caros y condiciones legales favorables al locador.
Los corredores inmobiliarios que respondieron la encuesta manifestaron que, en los últimos tres meses, el 3,3% de los contratos vigentes ha presentado mora. Ante la consulta de si han tenido que rescindir contratos por la imposibilidad de pago por parte de los inquilinos, respondieron que sucedió solo en el 1,9% de los contratos vigentes.
"La información nos indica que cuando llega el momento de la renovación, aún disconforme con las condiciones y el valor que le proponen, la persona hace el esfuerzo y rasca la olla para afrontarla. Cuando analiza todo lo que le cuesta mudarse, se termina quedando. Esos contratos, al final, no se terminan de rescindir. Son mínimos los casos en los que termina tomando la decisión de irse, porque es más caro", dijo Bassini.
Una gran cantidad de inmobiliarias consultadas expresaron que en los últimos meses tuvieron casos en los que debieron renegociar contratos porque el valor ajustado quedaba por encima del valor de plaza o mercado.La cantidad de casos ascendió al 8,1% de los contratos vigentes.
En cuanto a inquilinos que tuvieron que alquilar algo de menor valor por no poder afrontar los gastos, los corredores respondieron que representan el 1,8% de los casos. Estos cuatro grupos suman un universo de 15,1% de locatarios que tuvieron algún tipo de inconveniente para hacer frente al pago del alquiler.
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Sin embargo, es cierto que algunos de esos grupos pueden ser concurrentes: es decir, el que rescindió por imposibilidad de pago (1,9%) con el que se fue a algo más chico (1,8%) o el moroso (3,3%) que terminó renegociando (8,1%) pueden estar contados dos veces. Pero también hay una porción de deudores que luego pagaron y se quedaron, sin negociar ni rescindir, por lo que a ese 10% habría que sumarle un par de puntos más, llegando quizás a un 12%. Es el equivalente a unos 3.084 inquilinos en todo Rosario.
"El contexto es complicado, pero la mora se mantiene en esta cifra desde hace mucho tiempo. La principal dificultad que tienen los inquilinos tiene más que ver con mantener las expensas, tarifas, servicios e impuestos al día, pero el alquiler lo pagan. Porque como estamos viendo con esta encuesta, el ajuste del alquiler se puede negociar en muchos casos. El resto de las cosas, no”, opinó Bassini.
Por su parte, la presidenta del Cocir, Gabriela Ortiz de Urbina, destacó el trabajo que vienen realizando desde el departamento de Estadística del colegio junto a la UNR, "para ofrecer a los matriculados y a la sociedad datos precisos sobre la realidad del mercado inmobiliario”. Y agregó: “Este informe marca claramente la importancia del trabajo de los profesionales matriculados asesorando y acompañando a los inquilinos para que puedan tomar buenas decisiones, incluso en momentos económicos complicados”.