Equipos de rescate rusos encontraron ayer en el mar Negro restos del avión Tu-154 con destino a Siria siniestrado ayer con 92 militares, músicos y periodistas abordo, mientras las autoridades descartaron un atentado como causa de la catástrofe aérea.
"Encontraremos los receptores de información (cajas negras) a su debido momento. Sabemos dónde están", dijo el general Victor Bondarev, jefe de la Fuerza Aérea de Rusia. La búsqueda de las cajas negras se ve dificultada por el hecho de que en el caso de los vetustos Tu-154 estas no emiten señales de radio para facilitar su localización.
Por de pronto, los buzos han localizado a menos de dos kilómetros de la costa restos del avión, pero no el fuselaje, donde debería encontrarse la mayoría de los cadáveres del avión que había despegado del balneario de Sochi.
Según el Ministerio de Defensa, a la superficie ya se han izado dos fragmentos de gran tamaño del sistema de control del aparato, que se encontraban a menos de 30 metros de profundidad.
Al menos 11 cuerpos fueron rescatados ya por los seis barcos de la división de rescate de la región sur, que operan en la zona del siniestro y que abarca 10,5 kilómetros cuadrados.
Más de 3.500 militares y casi un centenar de barcos, aviones, helicópteros, drones y batiscafos participan en las operaciones de búsqueda, que se han reducido, gracias al uso de equipos acústicos, a un radio de 500 metros bajo el mar.
Los militares, entre ellos el coro y bailarines del Ejército, quienes se dirigían a Siria a pasar la Navidad con los cientos de militares rusos que están destacados en ese país peleando en la guerra civil entre el gobierno sirio, al cual apoyan, y rebeldes armados, entre ellos el grupo islamista radical Estado Islámico (EI).
Rusia afirma haber matado a más de 35 mil islamistas radicales en Siria desde que lanzó su campaña en el país, en septiembre de 2015, y está en alerta ante la posibilidad de sufrir atentados de represalia.
Los expertos rusos han determinado la trayectoria que siguió el aparato antes de estrellarse y han concluido que el Tu-154 chocó contra el agua a seis kilómetros de la costa.
No sería un atentado
El Servicio Federal de Seguridad ruso (FSB) aseguró que no existen pruebas de que el Tu-154 hubiera sufrido un atentado, como sí fue el caso del Airbus con 224 tripulantes y turistas rusos que se estrelló hace un año tras despegar de Egipto y explotar una bomba que llevaba a bordo, en un ataque reivindicado por el EI. "Las cuatro líneas básicas de investigación son el impacto de un objeto extraño en un motor, combustible de mala calidad que hizo perder empuje o quizás detuvo los motores, un error del piloto o una falla técnica del avión", detalló el FSB en un comunicado.
"Hasta el momento no hay indicios o pruebas que lleven a la posibilidad de un ataque terrorista o un sabotaje en vuelo", agregó la información difundida por la agencia de noticias TASS.
Entre tanto, continúan las tareas de recuperación de cuerpos y restos del avión.
Los restos ya recuperados de las víctimas fueron trasladados ayer a Moscú en un Ilyushin Il-76 del Ministerio de Defensa, que aterrizó a las afueras de la capital rusa, en el aeródromo de Chkalovski, el mismo del que había partido el siniestrado Tu-154.
La aeronave llevó a Moscú, donde se llevarán a cabo las pruebas forenses, diez cuerpos de un total de 11 recuperados hasta el momento, así como 86 fragmentos, confirmó el viceministro de defensa ruso, Pável Popov.
El Tu-154 despegó con 92 personas a bordo -84 pasajeros y ocho tripulantes- de la ciudad rusa de Sochi con destino a Latakia, en Siria, a las 05:20 desapareció de los radares y a las 05:40 (23:40) dejó de responder a las comunicaciones, informó el Ministerio de Defensa de Rusia, según consignó Sputnik Mundo. Posteriormente, el organismo informó que la nave se precipitó al mar y que sus restos fueron encontrados a 1,5 kilómetro de la costa de Sochi. Además, el Ministerio publicó la lista completa de los pasajeros y tripulantes que iban a bordo de la aeronave, entre ellos 64 integrantes del Coro Ensamble Aleksandrov del Ministerio de Defensa ruso, también conocido como el Coro del Ejército Rojo, y periodistas de los canales de televisión rusos Canal 1, NTV y Zvezda.
Asimismo, formaba parte del pasaje la activista y médica Elizaveta Glinka, conocida en Rusia como Doctora Liza, directora de la organización internacional Ayuda Justa y miembro del Consejo Presidencial ruso, que llevaba medicamentos para el hospital universitario sirio de Latakia.
Por su parte, los músicos del Ensamble Aleksandrov se dirigían a la base aérea rusa de Hmeymim para actuar ante los militares con motivo del Año Nuevo.
La base de Hmeymim, en Latakia, en el noroeste de la costa mediterránea, es la base aérea militar rusa en Siria y la plataforma de la guerra desde donde despliega su contingente de la Fuerza Aeroespacial. "El ministro de Defensa ruso, Serguei Shoigu, dirige personalmente los trabajos de búsqueda y rescate en el área del siniestro, mientras que el Comité de Investigación abrió una causa penal por supuestas violaciones de las leyes aeronáuticas", dijo la portavoz del ente, Svetlana Petrenko.
El presidente ruso, Vladimir Putin ordenó además crear una comisión de investigación para esclarecer las causas de la tragedia.
"El Tu-154 siniestrado fue fabricado en 1983, tenía 6.689 horas de vuelo y su última renovación tuvo lugar en diciembre de 2014. En septiembre de este año, el avión se sometió a las tareas de mantenimiento rutinarias", dijo el Ministerio de Defensa. Aunque inicialmente diversos integrantes del gobierno ruso minimizaron la posibilidad de un atentado o la descartaron, el ministro de transporte, Maxim Sokolov, aclaró luego que por el momento no se puede indicar la causa del accidente del Tu-154 y todas las posibilidades están abiertas.