Un juzgado de Jujuy dispuso la prisión preventiva de un conocido sacerdote y de otro hombre que están detenidos desde hace un mes y medio por el presunto abuso sexual de una nena de 10 años.
Un juzgado de Jujuy dispuso la prisión preventiva de un conocido sacerdote y de otro hombre que están detenidos desde hace un mes y medio por el presunto abuso sexual de una nena de 10 años.
El cura Ricardo “Padre Cocó” Quiroga estaba, hasta el 26 de octubre, al frente de una parroquia de la ciudad jujeña de El Carmen, ubicada a 27 kilómetros de la capital jujeña. A partir de la denuncia de los familiares de la menor, la Justicia lo imputó del delito de “abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por ser cometido por dos personas y por ser miembro de un culto religioso”.
En la causa también está acusado por el mismo delito otro hombre de apellido Torres, un servidor de la parroquia, que habría estado presente y participado del abuso. A su vez, una mujer de 21 años, María Cielo Regazzoini, que no es familiar de la víctima, fue imputada como presunta “entregadora” a cambio de dinero pero fue beneficiada en los últimos días con prisión domiciliaria.
Los tres tienen prisión preventiva a la espera de que se fije una fecha para el juicio, que podría ser antes de fin de año.
Todos los acusados están siendo sometidos a pruebas psicológicas para determinar sus perfiles.
El caso estalló en octubre, cuando la nena contó la violación.
El juzgado de Violencia de Género Nº 3 de Jujuy avanza la investigación e intenta determinar si hubo otras personas implicadas en el hecho.
La denuncia inicial fue radicada por la madre de la niña el 24 de octubre. Según pudo reconstruir la Justicia, Regazzoni fue a buscar a la menor a su casa con la “excusa de salir a pasear” y la trasladó hasta la iglesia del pueblo. Allí, el sacerdote y otro hombre la violaron.
Según consta en el expediente, la mujer llevó a la niña hasta otro domicilio donde “la bañó y quemó su ropa interior” para intentar “ocultar las pruebas” y la devolvió a su familia.
La madre, un día después, notó que la nena tenía un golpe, le preguntó qué había pasado y la víctima contó todo lo ocurrido. En ese momento decidieron realizar la denuncia en la fiscalía de San Salvador de Jujuy.
El 28 de octubre la nena se sometió a una declaración en Cámara Gesell en la que amplió la denuncia y dio detalles que llevaron a la Justicia a realizar varios allanamientos en distintos domicilios, de donde pudieron recoger distintas pruebas.
Por su parte, el cura negó todos los hechos de los que lo acusaban y entregó muestras de ADN y objetos electrónicos personales, según confirmaron fuentes de la investigación. Todos estos elementos, además de lo que se secuestró en los allanamientos, fueron enviados al Laboratorio de Genética Forense del NOA.
La investigación está radicada en la Fiscalía de la ciudad de Perico. La familia de la víctima realizó varias marchas y escraches para mantener el caso en los medios y que los acusados no salgan en libertad.
En octubre, cuando se dio difusión al caso por primera vez, el Obispado de Jujuy suspendió al cura en sus funciones y emitió un comunicado: “El Obispado de Jujuy, ante la situación del presbítero, desea expresar que se pone a entera disposición de la Justicia para todo lo que haga lugar”.