Los vecinos autoconvocados de la Asamblea No Nuclear, de la ciudad de Viedma, presentaron ayer en la Legislatura de Río Negro un documento con 5.522 firmas para rechazar la instalación de una planta nuclear generadora de energía eléctrica en cercanías de la localidad de Sierra Grande, acordada por los gobiernos nacional y de Río Negro con una empresa china. "Las firmas son de vecinos de Viedma y otras localidades, y fueron juntadas en menos de un mes. Todavía seguimos juntando porque es mucha la gente que está en contra", dijo Carolina Leonardelli, integrante de la asamblea.
Detalló que lo que buscan es "mostrar a los legisladores la cantidad de gente que está en contra de esa decisión" e "invitarlos a participar de las asambleas para que les acerquen información".
Los asambleístas realizaron varios encuentros durante junio en la Catedral Nuestra Señora de la Merced, de la capital rionegrina, así como espectáculos artísticos en la Plaza Adolfo Alsina y proyección de documentales en el Cine Gama y en el Centro Universitario Regional Zona Atlántica (Curza) de la Universidad Nacional del Comahue (Unco).
Por su parte, el cura párroco promotor de los encuentros en Viedma, Luis García, aseguró ayer que "tomaron la bandera para que no se instale la planta nuclear ni en la Patagonia, ni en Argentina, ni en Río Negro".
"La energía de ese tipo viene en declive y hay muchos países que están sufriendo las consecuencias de los residuos, en estos momentos no saben qué hacer", aseguró.
Los vecinos también participaron de una reunión realizada días atrás por la Comisión de Ambiente de Viedma, "donde el concejal Facundo Montesino Odarda también presentó un proyecto en rechazo a la instalación", retomó Leonardelli.
PEn tanto, días atrás, el gobernador Alberto Weretilneck sostuvo que el rechazo "no refleja una expresión conjunta de Viedma, porque no participan todas las instituciones sino sólo sectores de la Iglesia".
"No es un movimiento que incluye a los sindicatos, sectores empresariales o la población general. Es una cuestión política liderada por la Iglesia que no tiene prácticamente participación comunitaria", argumentó.
Por su parte la diputada nacional rionegrina María Emilia Soria presentó la semana pasada en el Congreso de la Nación un proyecto de modificación de la ley de actividad nuclear y expuso junto a los diputados Alberto Ciampini (FPV Neuquén) y Elia Nelly Lagoria (Bloque Trabajo y Dignidad-Chubut) los argumentos para rechazar la instalación de la planta.
"El anuncio fue realizado teniendo en cuenta solamente la viabilidad económica y los grandes beneficios comerciales que el proyecto trae para unos pocos, pero desentendiéndose de la preocupación ambiental que genera un emplazamiento nuclear en una provincia rica y abundante en recursos naturales", dijo en esa ocasión.
Soria explicó que su proyecto busca "evitar decisiones unilaterales y partidistas y prevenir potenciales daños ambientales en el uso de la energía nuclear a partir de tres modificaciones centrales".
"Primero, tiene que existir una autorización previa por parte del Poder Legislativo provincial; segundo, debe realizarse una audiencia pública para la aceptación de su emplazamiento; y tercero, proponemos fijar requisitos mínimos para las evaluaciones de impacto ambiental", puntualizó.