Un grupo de doce jóvenes británicos, que con algunas copas de más festejaban una despedida de soltero, obligaron a un piloto de la empresa Ryanair a tomar una drástica medida: hacer una escala en otro aeropuerto para descenderlos del aparato.
Un grupo de doce jóvenes británicos, que con algunas copas de más festejaban una despedida de soltero, obligaron a un piloto de la empresa Ryanair a tomar una drástica medida: hacer una escala en otro aeropuerto para descenderlos del aparato.
El avión partió desde la ciudad de Londres con destino a Bratislava, capital de Eslovaquia. Allí viajaban doce jóvenes de entre 25 y 28 años, procedentes de Southampton, que celebraban una despedida de soltero junto al novio. Aparentemente, venían bebiendo alcohol desde temprano, se levantaban constantemente e incluso uno de ellos intentó desnudarse.
No obstante, los muchachos se quedaron algo sedientos y le reclamaron a la tripulación que le sirvan más bebidas alcoholicas. Ante la negativa, respondieron de manera agresiva, por lo que el capitán a bordo, responsable de 170 pasajeros, optó por hacer una escala en Berlín.
Los hombres se enfrentan ahora a multas de hasta 25 mil euros por infringir la ley de seguridad aérea.
Por Gonzalo Santamaría
Por Mariano D'Arrigo