Este miércoles llega a las librerías "Nos vemos en agosto", la novela póstuma de Gabriel García Márquez. No es una fecha cualquiera, no es agosto tampoco, el día elegido para dar a conocer esta historia inédita del escritor colombiano es el de su cumpleaños, el día en que cumpliría 97 años. La expectativa es enorme, porque quedó escrita pero no revisada, la edad, la pérdida de memoria y de concentración y la muerte el impidieron terminar el trabajo.
No obstante, sus hijos, Gonzalo y Rodrigo, a quienes Gabo les encomendó, después de su muerte, que hicieran con su obra como lo que les viniera en gana, decidieron publicarla y los fanáticos del autor de "Cien años de soledad", "Crónica de una muerte anunciada" y "El amor en los tiempos del cólera", una de las voces más influentes no solo del realismo mágico sino de boom latinoamericano que iluminó la literatura mundial en las décadas del 60 y 70, lo celebran a lo grande.
Como sucede con la mayoría de los libros póstumos, con el correr del tiempo se van conociendo detalles significativos, como por ejemplo, que García Márquez tenía dudas de si publicar o no la novela. Lo reveló el diario español El País, tras revisar los papeles del escritor atesorados en el Harry Ransom Center, de la Universidad de Austin, Texas. En uno de ellos, hay una confesión que Gabo le hizo a Carmen Balcells, su agente, en la que confiesa: “Este libro no sirve. Hay que destruirlo”.
Los hijos del novelista colombiano y albaceas de su obra no piensan lo mismo. En una nota con Infobae en 2023, Rodrigo García Barcha dio su parecer sobre "Nos vemos en agosto": “Pensamos que el libro tenía muchos méritos y yo creo que de verdad los lectores van a apreciar el libro, porque es muy de Gabo, y eso se extraña. Él siempre nos dijo a Gonzalo y a mí que cuando ya no estuviera más, nosotros podíamos disponer de su obra como quisiéramos. De manera que, le tomamos la palabra”.
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García Márquez trabajó en la novela cuando ya había sido diagnosticado con cáncer linfático. En marzo de 1999 reveló que estaba escribiendo un nuevo libro compuesto por cinco relatos y una sola protagonista: Ana Magdalena Bach. La escritura de sus memorias demoró su proyecto. En 2002 terminó de revisar "Vivir para contarla" y se se puso con "Memoria de mis putas tristes", que remató en julio de 2003. "Nos vemos en agosto" quedó inevitablemente postergada.
No obstante, nunca abandonó por completo la historia de Ana Magdalena Bach, una mujer que cada 16 de agosto lo dejaba todo para ir a una isla sin nombre, llenar de gladiolos la tumba de su madre y tener un affaire con un desconocido. Acumuló cinco versiones manuscritas de la novela, la última fechada el 5 de julio de 2004 en la primera página hay un "Gran OK final" garabateado en tinta verde. Unos años después comentó aquello de que había que destruir el libro.
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Lo que no está claro, según relató su hijo, es cuándo decidió abandonar el proyecto, en qué momento se dio por vencido. La estructura de la novela parecía cerrada, pero Gabo no dio nunca por finalizada su revisión, que era obsesiva, una búsqueda incansable del adjetivo. El 17 de abril de 2015 lo sorprendió la muerte y Ana Magdalena Bach y "Nos vemos en agosto" quedaron esperando la publicación del relato. Sus hijos, ahora, le hicieron justicia.