Un reciente estudio realizado por el Centro de Liderazgo Colaborativo y de la Mujer del Incae Bussines School, en cinco ciudades de cuatro países latinoamericanos, arroja datos concretos sobre las elecciones y perspectivas laborales de las mujeres millennial, nacidas entre 1980 y 1996, que han accedido a una carrera universitaria y, en algunos casos, posuniversitaria como maestrías, doctorados y posgrados. Para el informe se encuestó a mujeres de las ciudades de Buenos Aires, Lima, Bogotá, San Pablo y Río de Janeiro en Argentina, Perú, Colombia y Brasil.
Aunque se trate de áreas de histórico dominio masculino, ellas se inclinan por las ingenierías, las ciencias económicas o las áreas de la salud, donde la balanza es más equilibrada, muy por encima de las carreras ligadas a la comunicación, la publicidad o el diseño. Sin embargo, siguen enfrentando falta de oportunidades y desigualdad en el salario y ascensos, sólo por una cuestión de género.
Entre los puntos más destacados que el informe exhibe, respecto de las argentinas, se puede observar que casi el 90% de ellas vive fuera de la casa de sus padres desde los 25 años, en promedio, que la mayoría está en pareja y que el promedio de edad en que son madres es de 28 años. También asegura que estas mujeres cambian de trabajo cada tres años en busca de mejores oportunidades y condiciones laborales, y que una de cada cinco asegura haber perdido una oportunidad de ascenso o posicionamiento en su trabajo por el solo hecho de ser mujer.
De eso último, se desprende que el acoso y la violencia son los principales problemas que enfrenta la mujer en la sociedad, otra verdad que el informe ratifica. A pesar de su alta formación y sus carreras ejemplares, las mujeres encuestadas en Buenos Aires sienten que aún persiste la desigualdad de derechos y oportunidades respecto de los hombres.
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Violencia y acoso sexual. Un denominador común que enfrentan las mujeres encuestadas de todos los países, en porcentajes muy similares.
Gentileza: Incae Bussines School
Universitarias y con posgrados
Todas las mujeres encuestadas poseen una carrera universitaria. El 78% de ellas ostentan un título de grado mientras que el 22% restante ha cursado al menos un posgrado (maestrías o doctorados). Ostentan mayor nivel de educación que el de sus padres y madres, que, en un 48% han completado solamente primaria y/o secundaria y sólo el 10% tiene estudios de postgrado.
Más del 40% de estas mujeres millennial y con una carrera en desarrollo, considera que es prioritario afianzarse en su profesión y completar ciertos niveles de formación y experiencia, antes de ser madres. No obstante, eligen la maternidad, la convivencia y forman una familia, pero no antes de los 28 años en promedio, cuando ya han sentado las bases para un crecimiento profesional más sólido.
Las entrevistadas argentinas ingresan antes a la fuerza laboral, tienen 11 años de experiencia laboral y postergan más la maternidad, en los otros países el promedio es 25 años. Más de la mitad de las entrevistadas argentinas declara que las mujeres no son elegidas para un puesto de trabajo ante la posibilidad de ser madres.
Movilidad y valores
Para Margaret Rose Grigsby, directora a cargo del estudio y profesora de Incae, el informe “arrojó un hallazgo importante que es ver cómo la movilidad intergeneracional ascendente evidencia que las mujeres millennial, quienes a diferencia de sus padres, tienen un título universitario, han logrado ingresos y una condición de vida mejor".
En cuanto a valores, "el estudio indica que ocho de cada diez mujeres inculca valores de equidad en sus hijos y nueve de cada diez procura que hijas e hijos se responsabilicen por igual en las tareas domésticas" lo que además se convierte en un modelo de referencia diferente para sus hijos, conforme los resultados del estudio.
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La profesora Margaret Rose Grigsby, directora a cargo del estudio en toda la región.
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Consultada sobre el objeto del estudio y sobre ese perfil de mujeres en particular, la profesora asegura que (la de los millennial) “es una generación que ha sido estudiada repetidamente y sobre la cual se han generado muchos estereotipos. Encontramos que había poca información específica sobre la mujer profesional millennial. Queríamos comprender sus percepciones, actitudes y motivaciones”.
Para Rose Grigsby, “las mujeres tienen que tener un papel más prominente en puestos de toma de decisiones para lograr una igualdad de género real y así garantizar sus derechos. Desde nuestra perspectiva, a mayor nivel de educación, la mujer puede tener acceso a actividades de mayor valor económico y a oportunidades diferentes para posiciones de liderazgo desde las cuales puede tener un impacto multiplicador y con un mayor potencial transformador que impacte las dinámicas sociales. Es por ello que nos hemos concentrado en aprender sobre las mujeres Millenial profesionales”.