El superintendente de Servicios de Salud, Ricardo Bellagio, admitió ayer que hay al menos otras siete obras sociales, además de la bancaria, que operaban con las droguerías porteñas San Javier y Multipharma, sospechadas por la Justicia de suministrar medicamentos adulterados para tratamientos oncológicos y hemofílicos.
"A esas obras sociales que son todas sindicales −ninguna prepaga− les enviaremos síndicos para que evalúen si se sigue el contrato con estas droguerías y ver esos casos un poco más específicamente", dijo. Y consignó que habría "siete obras sociales", entre las que mencionó a "Prensa de Buenos Aires y a Turf", que compraban medicamentos para tratamientos oncológicos, de hemofilia y HIV "a esta misma droguería" (San Javier), donde compraban los bancarios.
El funcionario destacó que esta situación "se podría ampliar a otras obras sociales en la medida que tengamos más información del juzgado".
Bellagio, además, confirmó que el Estado obligará a las obras sociales del país a que brinden información referida a los tratamientos que han dado desde el 1º de enero de 2006 a sus afiliados afectados de enfermedades oncológicas, de virus HIV o de hemofilia.
"He pedido un informe, hay otras obras sociales que son pocas, muy poquitas, que serían siete, que tenían como proveedores a estas droguerías" (San Javier y Multipharma), dijo ayer.
"La idea es analizar los casos y, una vez evaluados, se enviarán síndicos para hacer análisis en terreno, a fin de ver si se siguieron los protocolos" correspondientes a cada enfermedad.
Bellagio dijo que "como mínimo", hay unos 20 mil casos a estudiar, sobre un total de "14 millones de personas que hay en el sistema".
El superintendente agregó que "se recomendará a las obras sociales que trabajaron con las droguerías San Javier y Multipharma no distribuir más sus productos, ya que es la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y tecnología (Anmat) la encargada de sacar los remedios del mercado". "La gente está angustiada, y eso nos lleva a tomar esta decisión", justificó.
El superintendente aclaró que "no se va a citar a todos. Se va a evaluar cada uno de los casos, y de esa evaluación van a surgir aquellos que tengan deficiencias. A esos sí se los va a llamar", completó.
Desde el Ministerio de Salud buscarán analizar las historias clínicas para controlar los resultados de los tratamientos recibidos por los pacientes, en virtud de las irregularidades detectadas en medicamentos provistos por al menos dos droguerías para pacientes oncológicos, con HIV o hemofilia. l (DyN y Télam)
Por Facundo Borrego