Un activista de Greenpeace colgó ayer por la mañana una tienda de campaña en la segunda planta de la torre Eiffel de París para pedir la liberación de los 30 miembros de la organización detenidos en Rusia, entre ellos dos argentinos.
Un activista de Greenpeace colgó ayer por la mañana una tienda de campaña en la segunda planta de la torre Eiffel de París para pedir la liberación de los 30 miembros de la organización detenidos en Rusia, entre ellos dos argentinos.
El activista, instalado en esa tienda suspendida, desplegó un cartel en la que se leía "Liberad a los 30 del Artico" y "Activistas en prisión, clima en peligro".
Otro ecologista aseguraba el anclaje de la tienda roja en la segunda planta del monumento.
"Estamos aquí para enviar un mensaje al gobierno francés, para que ponga en marcha la liberación de los 28 militantes y de los dos periodistas" detenidos en Rusia, dijo a la agencia AFP Cyrille Cormier, encargado de la campaña de Energía de Greenpeace.
"El primer ministro (francés), Jean-Marc Ayrault, viajará a Rusia la semana que viene. Le pedimos que ponga este caso en la agenda" de los temas a tratar, añadió.
Los dos activistas habían accedido al monumento antes de que abriera usando una escalera.
El barco de Greenpeace Arctic Sunrise fue asaltado por un comando ruso el 19 de septiembre después de que los activistas que transportaba intentaran escalar una plataforma petrolera del gigante Gazprom para denunciar los riesgos ecológicos de la planta.
Entre los 30 miembros del equipo había un cocinero, un médico y dos periodistas freelance de 18 países diferentes (cuatro rusos y 26 extranjeros), entre ellos los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi, y la brasileña Ana Paula Maciel.
Todos fueron puestos en prisión en Murmansk (noroeste) e inculpados de "vandalismo", un delito por el que se enfrentan hasta a siete años de prisión.
En 2008 los activistas de Greenpeace también se encaramaron a la torre Eiffel para denunciar la política pronuclear del entonces presidente, Nicolas Sarkozy.
El director de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, calificó al encarcelamiento de los ecologistas como el peor ataque a la entidad desde el bombardeo del buque Rainbow Warrior en 1985.
Por María Laura Cicerchia