El tsunami causado por una potente erupción volcánica submarina en el Pacífico que se sintió en una multitud de países, causó dos muertos en Perú por el oleaje que provocó y generó olas de casi dos metros en Chile.
Olas que recorrieron el mundo. Un muelle en Nueva Zelanda, tras ser alcanzado por las olas del tsunami.
El tsunami causado por una potente erupción volcánica submarina en el Pacífico que se sintió en una multitud de países, causó dos muertos en Perú por el oleaje que provocó y generó olas de casi dos metros en Chile.
A través de imágenes tomadas desde el espacio, se pudo observar el momento en que la última erupción del volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai envió un hongo de humo y ceniza al aire y una onda expansiva a través del mar circundante.
La erupción se sintió en numerosos países, entre ellos Chile. Sus costas fueron azotadas entre la tarde y la noche de este sábado por un tsunami con olas de casi dos metros en la zona norte. En ciudades como Iquique y Atacama hubo inundaciones leves, según confirmó el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (Shoa).
Todas las playas del país, donde miles de chilenos disfrutaban del verano austral, fueron evacuadas mientras los bañistas recibían estridentes alertas en sus teléfonos. Hubo evacuaciones en 14 de las 16 regiones de Chile, que cuenta más de 6.400 kilómetros de litoral, y se decretó “alerta roja” en seis zonas concretas.
En Perú, dos mujeres murieron ahogadas en una playa de la región Lambayeque debido al “oleaje anómalo” producido tras la erupción, indicó el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (Coen) local.
El gobierno peruano había anunciado en la noche del sábado que se cerraron preventivamente 22 puertos en las costas norte y centro del país, frente al océano Pacífico, debido al oleaje derivado de la erupción.
En Ecuador se registraron “importantes perturbaciones del nivel del mar” de hasta medio metro.
En Alaska, a 10.000 kilómetros, se escuchó un potente rugido, y en Escocia, en las antípodas del volcán, la estación meteorológica de Fife registró un salto en la presión del aire debido a este fenómeno.
El volcán provocó una ola de 1,20 metros en la capital de las islas Tonga, Nuku'alofa, cuyos habitantes se refugiaron a zonas elevadas dejando atrás casas inundadas y con daños estructurales.
“El tsunami ha tenido un impacto significativo en la banda costera de la parte norte de Nuku'alofa, con barcas y grandes piedras lanzadas a la orilla”, dijo la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, añadiendo que por ahora no había noticias de muertos en aquel país.
Añadió que “Nuku'alofa está cubierta de una gruesa capa de ceniza volcánica, pero las condiciones están calmadas y estables”.
Explicó que “la nube de ceniza ha provocado contaminación” por lo que Tonga necesita agua, explicó.
“Fue una explosión masiva”, contó Mere Taufa, residente en las inmediaciones del volcán, que estaba en su casa preparando la cena. Dijo que “el suelo tembló, la casa entera se sacudió", y que luego llegó el tsunami que inundó su casa.
La erupción duró ocho minutos, y fue tan fuerte que se escuchó “como un trueno lejano” en las islas Fiyi, a más de 800 kilómetros de distancia, dijeron funcionarios en Suva, la capital.
En Tonga, el rey Tupou VI fue evacuado del Palacio Real en Nuku'alofa y trasladado en un convoy policial en una residencia alejada de la costa.
La potente erupción provocó una cascada de alertas por todo el océano Pacífico: Nueva Zelanda, Fiyi, Vanuatu, Australia, Estados Unidos, Japón, Ecuador, Chile, entre otros, aunque en la mayoría de lugares no ocurrieron grandes percances.
El fenómeno provocó una ola de 1,2 metros en la remota isla japonesa de Amami y un tsunami de menor amplitud en otras partes del litoral.
El volcán Hunga Tonga-Hunga Ha'apai se encontraba bajo del mar a unos 65 kilómetros al norte de la capital de Tonga. Sin embargo, sus recientes erupciones lo hicieron emerger a la superficie y formaron una pequeña isla.