El Papa Francisco, quien se ha pronunciado en numerosas ocasiones a favor de la paz, propuso al mundo como un desafío promover la política de "la no violencia" como salida a los conflictos y las guerras.
El Papa Francisco, quien se ha pronunciado en numerosas ocasiones a favor de la paz, propuso al mundo como un desafío promover la política de "la no violencia" como salida a los conflictos y las guerras.
"En el 2017 comprometámonos con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas, que cuiden de la casa común" de la Tierra, escribió el pontífice argentino en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, que se celebrará el 1º de enero.
"Nada es imposible si nos dirigimos a Dios con nuestra oración. Todos podemos ser artesanos de la paz", sostiene Francisco en el mensaje que será leído el 1º de enero en todas las iglesias católicas.
El pontífice argentino propuso a líderes políticos, dirigentes de instituciones internacionales así como a empresarios y encargados de los medios de comunicación, que "hagan de la no violencia un estilo de vida".
"Es el desafío que tienen al construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio", explicó.
En su mensaje, Francisco llamó al desarme y en particular a "la abolición de las armas nucleares" y propuso un nuevo modelo de conducta que transforme "el orden mundial".
"Cuando las víctimas de la violencia vencen la tentación de la venganza se convierten en los protagonistas más creíbles en los procesos no violentos de construcción de la paz", recalcó.
"El siglo pasado fue devastado por dos horribles guerras mundiales, conoció la amenaza de la guerra nuclear y un gran número de nuevos conflictos, pero hoy lamentablemente estamos ante una terrible guerra mundial por partes", reitera el pontífice.
"No es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado, ni si los modernos medios de comunicación y la movilidad que caracteriza nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella", reconoce en su mensaje en el que insta a rechazar todo tipo de violencia.
"La violencia no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento", subraya.
"El amor a los enemigos constituye el núcleo de la revolución cristiana", explica Francisco, quien pide a los católicos "aplicar las bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades".
"La Iglesia Católica acompañará todo tentativo de construcción de la paz también con la no violencia activa y creativa", prometió el jefe de la Iglesia Católica, quien creó una oficina especial para atender a emigrantes, enfermos, excluidos así como a las víctimas de los conflictos armados y de las catástrofes naturales, entre otros.
"También Jesús vivió en tiempos de violencia", recuerda el Papa y "trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz", recuerda.
"También Jesús vivió en tiempos de violencia y trazó el camino de la no violencia, que siguió hasta el final, hasta la cruz"