Sydney- La policía australiana rastrillaba hoy es la zona arrasada por el fuego en busca de pruebas de los pirómanos que lo habrían provocado, mientras la cifra de muertos en los peores incendios forestales del país podría superar los 200.
Sydney- La policía australiana rastrillaba hoy es la zona arrasada por el fuego en busca de pruebas de los pirómanos que lo habrían provocado, mientras la cifra de muertos en los peores incendios forestales del país podría superar los 200.
La comisaria de policía del estado de Victoria Christine Nixon inició la mayor investigación del país por un delito de incendio, la llamada “operación Phoenix”, comprometiéndose a detener a cualquiera que haya provocado un fuego.
Los incendios que barrieron partes del estado de Victoria el sábado por la noche fueron “sospechosos”, ya que no hubo elementos naturales como rayos capaces de provocarlos, dijo la policía.
El primer ministro del estado, John Brumby, dijo que cualquiera que fuera hallado culpable afrontaría acusaciones de homicidio sin premeditación y asesinato.
La zona del desastre, que duplica el tamaño de Londres y abarca a más de 20 poblaciones al norte de Melbourne, ha sido declarada zona del crimen por las autoridades. La cinta policial rodeaba las casas carbonizadas donde se encontraron cadáveres.
Las autoridades han confirmado la muerte de al menos 173 personas, aunque calculan que esa cifra aumentará.
“Aún hay un gran número de personas, que excede la cincuentena (...) que los forenses creen que ya están muertos, pero no están identificados aún”, dijo Brumby a periodistas. “Va a ser un número significativo, superará las 200 muertes”, agregó.
Unos 25 focos de incendio seguían ardiendo hoy en Victoria, y una decena de poblaciones estaba en alerta por los fuertes vientos.
“Las llamas no están cerca de ser controladas como para permitir que la gente baje la guardia”, dijo el miembro de los servicios de emergencia Kevin Monk.
Los incendios han incrementado la presión sobre el primer ministro Kevin Rudd para que adopte acciones firmes contra el cambio climático, mientras los científicos acusan al calentamiento global de las condiciones que han alimentado el desastre.
“La tragedia de esta semana demuestra que ahora estamos lidiando con un
cambio climático en Australia y ahora es evidente todo lo que estamos a punto de perder”,
dijo el miembro de Greenpeace Trish Harrup en un comunicado.
Sin embargo, los incendios forestales importantes no son inusuales.
Anteriormente, el peor episodio de incendios forestales ocurrido en Australia fue llamado “Miércoles de ceniza” en 1983, cuando murieron 75 personas y más de 2.000 viviendas quedaron destruidas.
Los incendios forestales son un acontecimiento natural que se produce anualmente en Australia, pero este año la combinación de un clima cálido, sequía y los pastos secos ha empeorado las condiciones.
Las historias de horror, coraje y suerte continuaban surgiendo a medida que las ciudades arrasadas por el fuego comenzaban a reconstruir sus vidas cotidianas.
Una mujer contó a la televisión australiana cómo ella y su hijo sobrevivieron escondiéndose en una cueva hecha por wombats (marsupiales característicos de Australia) en el campo. Muchos animales australianos sobreviven a los incendios cavando.
Ross Buchanan, en la ciudad de Kinglake donde murieron más de 30, perdió a sus dos hijos en el incendio tras llevarlos a las casas de familiares en otra ciudad pensando que allí estarían a salvo.
Mientras que Buchanan luchó para salvar su hogar en Kinglake, sus hijos murieron cuando el fuego arrasó la otra ciudad.
Hasta el momento, cerca de 3.500 kilómetros cuadrados se han quemado en Victoria, mientras que cerca de 3.400 bomberos todavía luchan contra las llamas, según informó la Autoridad Nacional de Incendios. (Reuters)