Cientos de camiones permanecían hoy varados en el paso internacional Cristo Redentor, en Mendoza, y en el cruce fronterizo de Tierra del Fuego, como consecuencia del paro iniciado ayer por personal de la Aduana de Chile.
Cientos de camiones permanecían hoy varados en el paso internacional Cristo Redentor, en Mendoza, y en el cruce fronterizo de Tierra del Fuego, como consecuencia del paro iniciado ayer por personal de la Aduana de Chile.
La Dirección de Vialidad Nacional precisó esta mañana que, en cambio, los vehículos livianos y los micros estaban circulando las 24 horas, pero con importantes demoras.
El organismo nacional informó que eran 600 los camiones que permanecían estacionados en Uspallata y el corredor internacional de Mendoza, mientras la Gendarmería de esa provincia estimó que había unos 350 vehículos de carga esperando el fin de la medida de fuerza.
Asimismo, la Dirección Provincial de Límites y Fronteras fueguina informó que los inconvenientes también estaban afectando la circulación por el paso fronterizo San Sebastián, que obligatoriamente debe ser tomado para unir por vía terrestre la isla de Tierra del Fuego con el sector continental argentino.
Allí, dijo el organismo provincial, el paso de camiones estaba “limitado”, en tanto que para los demás vehículos se estaba permitiendo durante 60 minutos cada dos horas.
La medida de fuerza por tiempo indeterminado la llevaban a cabo trabajadores de la Asociación Nacional de Funcionarios de Aduanas de la República de Chile.
La modalidad de la protesta, se informó en Tierra del Fuego, implicaba que solo trabajaba uno de cada cuatro empleados, por lo que el mismo gremio recomendaba a los viajeros que, en la medida de lo posible, evitaran circular por los pasos fronterizos.
En ese sentido, Guillermo Danielli, jefe del Escuadrón 27 de Gendarmería, en Punta de Vacas, Mendoza, informó que los empleados de la Aduana “trabajan a reglamento” y explicó que “normalmente en Libertadores hay 14 personas atendiendo y en Horcones ocho, pero con el paro sólo hay dos o cuatro”. (DyN)
Por María Laura Cicerchia