Vicente La Russa era un ferviente admirador de Luis Sandrini, al punto que imitaba a la perfección su memorable personaje Felipe.
Vicente La Russa era un ferviente admirador de Luis Sandrini, al punto que imitaba a la perfección su memorable personaje Felipe.
Sandrini tomó conocimiento de su existencia, ya que fueron muchos los que le informaron que un muchacho flacucho lo imitaba a la perfección, y llegó a conocerlo y a admirarlo años más tarde durante la filmación de "Qué linda es mi familia".
La Russa vivió en la década del 50 debatiéndose entre las dos disciplinas hacia las que sentía gran pasión: la comicidad y el canto lírico.
Su faceta cómica fue lo primero que pudo comercializar y optó por regalar en las ceremonias religiosas su prodigiosa voz para despuntar el vicio.
El actor fue muy querido en el medio, al punto que Mario Fortuna lo distinguió dándole un lugar entre sus afectos.
También intercedió ante Julio Porter para que le asignaran un pequeño papel en una película que Luis Mottura filmó en los estudios Lumitón, en 1951. Dicho film fue "Una noche cualquiera".