China indicó que su presidente, Xi Jinping, no asistirá por primera vez a una importante reunión de las 20 principales economías del mundo, y que el primer ministro, Li Qiang, viajará en su lugar a Nueva Delhi este fin de semana. La ausencia de Xi en la cumbre del G20 se produce en un momento de fuertes tensiones entre China y la India, el país anfitrión. Las disputas fronterizas, el expansionismo chino y los crecientes lazos de India con Estados Unidos como respuesta a esa política agresiva de Xi explican la decisión de este de no asistir a la cumbre del G20.
Las dudas sobre la asistencia de Xi a la reunión surgieron por primera vez la semana pasada, cuando Reuters informó que era probable que el líder chino no asistiera, citando a dos diplomáticos indios anónimos. En una conferencia de prensa celebrada este lunes, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que Li asistiría a la cumbre el sábado y el domingo, sin mencionar a Xi. Mao Ning, portavoz del Ministerio, eludió la pregunta de un periodista sobre el motivo de la ausencia de Xi. Sería la primera vez que el máximo dirigente chino falta a una cumbre del G20.
"El Grupo de los 20 es un foro importante para la cooperación económica internacional, y China siempre ha dado gran importancia a las actividades pertinentes y ha participado activamente en ellas", dijo Mao, sin abordar el fondo de la pregunta. Incluso durante la pandemia de Covid-19, Xi asistió a las reuniones del G20 en 2020 y 2021 por videoconferencia.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sobre quien pesa una orden de detención internacional por crímenes de guerra en Ucrania, tampoco asistirá a la cumbre. Rusia estará representada por su ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov. Lo mismo ocurrió en la reciente cumbre de los Brics en Sudáfrica.
El anuncio de Pekín frustró las esperanzas de que Xi y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunieran en un momento en que las dos superpotencias tratan de estabilizar sus relaciones. Biden expresó su decepción por no ver a Xi en Nueva Delhi. "Estoy decepcionado, pero voy a verlo", declaró Biden. Había dicho previamente a la CNN que se reuniría con Xi en "otoño".
Los dos líderes hablaron por última vez en persona en noviembre de 2022, al margen de la cumbre del G20 en Bali, donde se comprometieron a restablecer los canales de comunicación en un esfuerzo por evitar que las crecientes tensiones desemboquen en un conflicto abierto. Ese encuentro es la única vez que ambos se han visto en persona desde que Biden asumió el cargo.
El expansionismo de China bajo el mando de Xi causa malestar más allá de EEUU. India, cuarta economía del mundo y sin dudas la segunda potencia militar de Asia, mantiene fuertes tensiones fronterizas con China.
Un mapa rechazado por los vecinos
La agresividad de Xi no solo afecta al conflicto con Taiwán. Un mapa oficial chino causó el rechazo de India, pero también de Filipinas. Este se convirtió en el último país vecino de China en oponerse a su nuevo mapa nacional, tras unirse a Malasia y la India en dar duras declaraciones en las que acusan a Pekín por reclamar su territorio. China publicó una nueva versión de su mapa nacional para corregir lo que Pekín califica como "mapas problemáticos". Filipinas dijo que rechaza el mapa por incluir una línea discontinua alrededor de zonas en disputa del mar de China Meridional que fueron objeto de una sentencia de un tribunal internacional en 2016 que falló a favor de Manila. China desconoció el fallo y ocupa de facto islas en el mar de China Meridional. Pese a este nombre el mar no es de soberanía china, dado que son muchos los países con costas sobre esta cuenca marina.
El mapa es el "más reciente intento de legitimar la supuesta soberanía y jurisdicción de China sobre las características y zonas marítimas filipinas, y no tiene ninguna base en el derecho internacional", dijo el Departamento de Relaciones Exteriores de Filipinas en un comunicado.
La ausencia de Xi en la cumbre del G20 significa también que no mantendrá una reunión bilateral oficial con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en un momento en el que los dos vecinos nucleares siguen enfrentados por su controvertida frontera.
El mes pasado, Xi y Modi acordaron "intensificar los esfuerzos" para rebajar las tensiones en la frontera, al margen de la cumbre de los Brics en Sudáfrica, lo que se consideró un paso hacia la pacificación de su tensa relación.
Pero las tensiones volvieron a aumentar la semana pasada, cuando la India presentó una "enérgica protesta" contra el mapa nacional de China publicado recientemente, que incluye el estado indio de Arunachal Pradesh y la disputada meseta de Aksai-Chin en territorio chino.
La frontera en disputa ha sido durante mucho tiempo una fuente de fricción entre Nueva Delhi y Pekín. La tensión desembocó en una guerra en 1962, que terminó con una victoria china. Las tensiones volvieron a aumentar en 2020 tras un enfrentamiento armado que se saldó con la muerte de 20 soldados indios y cuatro chinos.