Recambio. La actual flota de 747 que usan los inquilinos de la Casa Blanca están alcanzado el límite de vida útil.
Recambio. La actual flota de 747 que usan los inquilinos de la Casa Blanca están alcanzado el límite de vida útil.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió ayer al reclamar que se suspenda el millonario contrato con la firma Boeing para fabricar un nuevo modelo del avión presidencial, conocido como Air Force One, que según sus propios cálculos implica el desembolso de más de 4.000 millones de dólares. "¡Que se cancele la orden!", afirmó Trump en un mensaje en Twitter, la principal vía de comunicación que ha utilizado para sentar posición sobre diversos temas luego de imponerse en las elecciones presidenciales de principio de noviembre.
La Fuerza Aérea de Estados Unidos anunció el año pasado que Boeing construiría dos nuevas aeronaves para uso presidencial a partir de 2024, dado que la actual flota está alcanzando el límite de su vida útil y su mantenimiento es costosísimo. "Boeing está construyendo un nuevo 747 Air Force One para futuros presidentes, pero los costos están fuera de control, más de 4.000 millones de dólares", argumentó desde su cuenta en la red de los 140 caracteres generando un impacto inmediato en los medios de comunicación estadounidenses.
A diferencia de otras jornadas, Trump decidió hacerse presente en el hall de entrada de la torre corporativa de su holding en Manhattan, la Trump Tower, donde se vienen desarrollando las reuniones de transición, y dialogó con los periodistas que hacen guardia en el lugar. "Creo que es ridículo", afirmó Trump refiriéndose al elevado costo del programa para fabricar el nuevo modelo del Air Force One, y agregó que "queremos que Boeing haga un montón de dinero, pero no tanto", sin dar precisiones sobre el monto total de programa.
Tampoco sus voceros brindaron detalles sobre cómo calcularon que son 4.000 millones de dólares, aunque dieron a entender que incluye la fabricación de dos unidades del avión presidencial y el gasto necesario para el programa de investigación y desarrollo. Pero, en principio, las cifras dadas por el presidente electo no coinciden con las de Boeing.
En un comunicado tras estallar esta polémica, la firma aeronáutica, con sede en Chicago, indicó que actualmente está en vigor un contrato por 170 millones de dólares vinculado con el desarrollo del nuevo avión presidencial. Esa suma será utilizada para "ayudar a determinar las capacidades de esta compleja aeronave militar que se adaptan a los requerimientos únicos del presidente de Estados Unidos", dijo la empresa. "Esperamos trabajar con la Fuerza Aérea en fases posteriores del programa que nos permitan entregar los mejores aviones presidenciales con el mejor valor para el contribuyente estadounidense", agregó el comunicado de Boeing.
La Casa Blanca dispone actualmente de dos unidades del Air Force One, modelo 747-200, que tienen más dos décadas de servicio. La idea es que sean reemplazados por dos Boeing 747-8, el nuevo modelo, con más autonomía de vuelo y un tamaño ligeramente mayor.
Medios locales apuntaron que estas dos unidades tienen un costo de unos 1.650 millones de dólares, por lo que se desconoce cómo ha podido llegar Trump a la mencionada cifra que dio a conocer ayer.
Según los números del Departamento de Defensa, se ha planificado reservar cerca de 2.800 millones de dólares para el desarrollo del programa del nuevo avión presidencial, con partidas que serán entregadas hasta el año fiscal 2021. Jason Miller, uno de los portavoces del equipo de transición presidencial, no ofreció detalles al respecto cuando fue consultado por los periodistas en el contacto telefónico diario, pero insistió que el objetivo es "reducir los gastos del gobierno". "El mensaje es claro: vamos a intentar reducir la carga de los contribuyentes", agregó el portavoz. Pero Miller no precisó si había contactos del equipo de transición presidencial o de Trump mismo sobre este tema con Boeing o con el contratista, la Fuerza Aérea, y si la idea es eliminar por completo la fabricación de los nuevos modelos. Tampoco se ha informado si, en caso de que se cancele la orden, las penalidades que puedan existir si se rompe el contrato.
Boeing construye un nuevo Air Force One, pero los costos están fuera de control: más de 4.000 millones de dólares