La crisis política abierta en Italia entre el Movimiento 5 Estrellas (M5E), que votó contra el gobierno en el Senado, y la respuesta que dio el premier Mario Draghi, de renunciar y considerar terminado el pacto de gobierno, no se cierra y la opción de unas elecciones adelantadas crece. El jueves el presidente Sergio Mattarella rechazó la dimisión del premier y le pidió buscar un nuevo pacto de gobierno. Pero este viernes Draghi y el M5E seguían plantados en sus respectivas posiciones. Ir a elecciones cuanto antes sería la opción favorecida por el M5E y tal vez, pero de manera más solapada, de los partidos La Liga y Forza Italia, ambos en el gobierno de Draghi. Es que los sondeos hoy incentivan la crisis: se sospecha que el M5E votó en contra del gobierno pensando en la opción electoral, que también impulsa la oposición de derecha. Los sondeos indican que este sector es hoy el mayoritario.
Al premier Mario Draghi lo describen como “totalmente decidido” a ratificar su salida del Ejecutivo, según fuentes cercanas al gobernante citadas por el diario Corriere della Sera. El primer ministro tomó el jueves la decisión de presentar la renuncia tras el abandono de la sala de los senadores del M5E, que lidera el ex premier Giuseppe Conte para no votar una moción de confianza sobre un decreto-ley de ayudas contra la inflación. La mayoría numérica de la coalición de gobierno no fracasó, porque supera holgadamente al M5E, pero se rompió el pacto político-programático que sustentaba al Ejecutivo, según explicó a sus ministros Mario Draghi. Hizo lo propio con el presidente Mattarella, al que fue a presentarle la dimisión, pero que este la rechazó. Mattarella le pidió a Draghi que rearme su coalición, dada la mayoría con la que aún cuenta y que la coyuntura internacional es particularmente crítica. Italia, como los demás países atraviesa un momento de crisis económica y de alta inflación.
El rol de los “grillini”
“La Liga y Forza Italia cierran la puerta a los ‘grillini”, señaló el diario de Roma La Repubblica. Los integrantes del M5E son apodados así por su referente histórico, el cómico Beppe Grillo. “Ya no se puede contar con ellos”, reza una nota conjunta de los dos partidos, tras una conversación telefónica entre sus dos líderes, Matteo Salvini y Silvio Berlusconi. El Partido Democrático (PD, centroizquierda, también en el gobierno de Draghi) es sin embargo el máximo defensor de Draghi. La Liga y Forza Italia “son aliados estructurales de los que se oponen a Draghi todos los días”, declaró el PD. Es que dentro de estos dos partidos estarían pensando en un futuro gobierno exclusivamente de derecha, sin el PD ni el M5E ni otros socios menores de la coalición que sostiene a Draghi.
La crisis del gobierno italiano es seguida de cerca por el presidente de EEUU, Joe Biden, señaló su asesor de seguridad nacional Jake Sullivan. Y el portavoz de la Comisión Europea, Peter Stano, agregó: “No comentamos los acontecimientos políticos internos. Pero es un hecho que Rusia busca desestabilizar a la UE y a los Estados miembros”. Tal vez sea una referencia indirecta a los vínculos de larga data entre el M5E y el presidente ruso Vladimir Putin.
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El consejo nacional del M5E se reunió a lo largo de todo el viernes, convocado por Giuseppe Conte, el líder del movimiento. Se discutió la salida del gobierno de sus tres ministros (Stefano Patuanelli, Federico D’Incà y Fabiana Dadone) antes que se dé el siguiente paso institucional en la crisis, cuando el premier se dirija al Parlamento el próximo miércoles.
No todos los exponentes del M5E están de acuerdo, como el Ministro de Relaciones con el Parlamento D’Incà, señala La Repubblica. Luigi Di Maio, ministro de Exteriores y ex dirigente del M5E, comentó: “El gobierno de Draghi debe seguir adelante, pero lo veo muy muy difícil”. Di Maio dejó el M5E en disidencia con la ambigüedad de este ante la agresión de Rusia a Ucrania. En tanto, Matteo Renzi, líder de un pequeño partido que es parte del gobierno, lanzó una petición pidiendo un “Draghi bis” que logró la firma de 30.000 personas.
Se cree que tanto La Liga, que es parte del gobierno, como sus aliados de Hermanos de Italia, en la oposición, buscan adelantar las elecciones para sacar provecho de su crecimiento en las encuestas, que ubican a las derechas como primeras a nivel nacional. Según los sondeos, Hermanos de Italia es el primer partido en intención de voto y, en caso de crear una alianza electoral con La Liga y Forza Italia, las derechas tendrían las bancas necesarias para formar un gobierno propio, prescindiendo de fuerzas centristas y del M5E.
Hermanos de Italia es el único partido que no participó de ninguno de los tres gobiernos formados en la actual legislatura, surgida de las elecciones de marzo de 2018. Un gobierno de derecha nacionalista encabezado por Giorgia Meloni podría complicar la situación italiana en Europa, a la luz de los más de 200.000 millones de euros que el país recibió de Bruselas para auxiliarlo en la pospandemia. La UE confiaba en que esa montaña de euros fuera gestionada por Draghi, un expresidente del Banco Central Europeo.
De todos modos, un adelantamiento de las elecciones no sería inmediato. Una norma aprobada en 2019 y ratificada en referéndum fijó que en los próximos comicios se elegirá un tercio menos de legisladores, por lo que se debe actualizar la ley electoral para elegir 400 diputados en vez de 630 y 200 senadores en vez de los actuales 315.
Miércoles de consultas
En lo inmediato, se vienen las consultas del miércoles próximo en el Parlamento para verificar si Draghi aún cuenta con apoyo para gobernar —como quieren el presidente Mattarella y varios de los grandes partidos— o si deben comenzar los preparativos para convocar a elecciones anticipadas en septiembre.
Draghi presentó su renuncia el jueves cuando los senadores del M5E boicotearon la votación, que incluía una moción de confianza, de un proyecto dotado de 26 mil millones de euros para ayudar a los italianos a enfrentar el aumento de los precios de la energía. Draghi consideró que esta deserción de los 5 Estrellas implica el fin del pacto de gobierno que sustentó su gobierno, formado en febrero de 2021. El presidente Mattarella le rechazó la renuncia y le dijo a Draghi que regresara al Parlamento para sondear si contaba con apoyo suficiente para gobernar.
El trastorno político no pudo llegar en peor momento para Italia, la tercera economía de la Eurozona. Italia enfrenta una inflación “galopante” para los estándares europeos, y muy en especial de los precios de la energía debido a la invasión rusa de Ucrania.