Con la ayuda de la aviación de Estados Unidos, el Ejército de Irak logró ayer recuperar el control de dos nuevos barrios de Ramadi, una de las ciudades del país dominadas por la milicia del Estado Islámico (EI), y anunció que continuará avanzando hacia el centro de la urbe hasta retomarla por completo.
El Ejército iraquí tomó los barrios de Al Bakr y Al Dubat, en el centro de la ciudad, de Al Aramel, en el Sur, la zona de Al Grishi en el Norte, y de Al Adnaniya en el Oeste, con un saldo final de 87 muertos y decenas de heridos, según informó una fuente de seguridad de la provincia de Al Anbar.
La organización yihadista conquistó Ramadi en mayo, y desde entonces las fuerzas gubernamentales intentan retomarla con el apoyo de los bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
"Hemos entrado en el centro de Ramadi desde varios frentes y hemos comenzado a purgar los barrios residenciales", declaró el portavoz de los servicios de lucha antiterrorista iraquíes, Sabah al Noman.
"La ciudad estará totalmente purgada en las próximas 72 horas", añadió Noman, confirmando las declaraciones del ministro de Defensa, Jaled al Obaidi, que aseguró el sábado que sus tropas conquistarían Ramadi antes de finales de año.
La semana pasada, varios responsables militares aseguraron que no quedaban más de 300 combatientes del EI en la ciudad, capital de la provincia occidental de Al Anbar, de mayoría sunita.
El Estado Islámico está a la defensiva en Irak desde que tomó Ramadi en mayo. En los últimos meses perdió Tikrit y Baiji, al norte de Bagdad, ante la ofensiva de las fuerzas gubernamentales y las Unidades de Movilización Popular, una coalición de milicias principalmente chiitas.
Estas últimas permanecieron, sin embargo, al margen de la operación en Ramadi, un bastión sunita donde su implicación directa sería mal vista.
Una reconquista total de Ramadi sería la mayor victoria de las tropas gubernamentales desde que cedieron ante la ofensiva yihadista en 2014.
Las fuerzas iraquíes llegaron hasta el centro "sin mucha resistencia, salvo por parte de francotiradores y kamikazes", precisó Noman a la AFP.
"Menos de un kilómetro separa nuestras fuerzas del complejo gubernamental situado en el céntrico barrio de Al Huz", declaró otro oficial de los servicios de lucha antiterrorista. Ese conjunto de edificios es considerado como uno de los refugios del EI en la ciudad.
"Hemos construido puentes temporales sobre el Eufrates y nuestras fuerzas han logrado cruzar el río para entrar en las zonas residenciales y acceder al centro", explicó esa fuente, que quiso guardar el anonimato.
La policía, el ejército y varias tribus sunitas participan en las operaciones junto a las fuerzas antiterroristas. Esas tropas ya lograron reconquistar el barrio de Tamim, en el suroeste de Ramadi, hace 15 días.
En los últimos días, algunos responsables militares sugirieron que el asalto final era inminente y el ejército lanzó panfletos para pedir a los últimos civiles que abandonaran la ciudad.
Según un alto oficial iraquí, unas 15 familias pudieron abandonar el barrio de Al Huz durante las últimas 24 horas.
"Pudieron escapar del aislamiento impuesto por Dáesh (acrónimo en árabe del EI) a los civiles y encontrar refugio con el ejército", explicó, precisando que se trataba sobre todo de niños, mujeres y ancianos.
El instituto especializado IHS Janes, con sede en Londres, calculó el lunes que el EI perdió en 2015 el 14 por ciento del territorio que conquistó el año pasado en Siria y en Irak.
El IHS Janes, que se basa en informaciones sacadas de redes sociales y fuentes en ambos países, considera que la zona controlada por el EI se redujo en 12.800 kilómetros cuadrados entre el 1 de enero y el 14 de diciembre de 2015. El grupo sigue controlando 78.000 kilómetros cuadrados.
El avance del Estado Islámico fue tal que en junio del año pasado, cuando ya dominaban una parte significativa de Irak y Siria, proclamaron la fundación de un califato y llamaron a todos los musulmanes del mundo a vivir allá. Inmediatamente las principales organizaciones internacionales del islam repudiaron esa declaración y rechazaron las aspiraciones religiosas de la milicia.