China se toma en serio su confrontación con Estados Unidos en el Pacífico. Imágenes satelitales del 1 de enero de un lugar de pruebas en el desierto de Gobi, en el extremo oeste de China, muestran una replica a escala real del último portaaviones de Estados Unidos, el Gerald Ford. El detalle de la reconstrucción es sorprendente y no es la única: otras naves de la Armada de Washington también surgen en el paisaje. Se trata sin dudas de un sitio de entrenamiento para los pilotos chinos, que así toman real dimensión de sus futuros objetivos. También se deben entrenar los equipos que disparan misiles antinave desde buques o desde tierra. El caso recuerda a Pearl Harbor: antes de atacar la base naval de EEUU, los japoneses construyeron una réplica a escala, que visitaban los pilotos que luego, el 7 de diciembre de 1941, bombardearían la verdadera.
En el caso de las réplicas de China, el portaaviones Ford presenta incluso la torre de mando del buque, así como cuatro pistas con sus catapultas marcadas en la cubierta, en los mismos lugares en que aparecen en el portaaviones. Otras naves importantes de la Armada estadounidense surgen en las imágenes satelitales. Se cree que los pilotos navales chinos practican con estas réplicas a escala real, o sea de las mismas dimensiones que los buques que representan. Diversos mástiles parecen ser señaladores para los radares de los cazas chinos que hacen ataques simulados. Evidentemente, China no hizo ningún esfuerzo por ocultar su base de entrenamiento. De hecho, no fue descubierta por satélites de la CIA o del Pentágono, sino de una firma comercial que vende fotos satelitales, Planet Labs Inc.
Conforme a la publicación especializada The War Zone, la construcción del objetivo comenzó en noviembre de 2023, y a ello se suman que otras imágenes han revelado más siluetas de portaaviones más pequeños alrededor de la réplica más grande. Este emplazamiento chino que asemeja al Gerald Ford se encuentra a unos 4,5 kilómetros al sudeste de otro objetivo de portaaviones a escala real que fue noticia en el 2021. En ese entonces el objetivo tenía las mismas dimensiones que un portaaviones de la nueva clase Gerald Ford, pero aún carecía de adiciones estructurales significativas.
Los mástiles que se pueden ver en las imágenes alrededor de la réplica del Ford son seguramente utilizados como reflectores de radar, para simular la señal del radar del buque real. Asimismo, las otras réplicas son destructores de la clase Arleigh Burke, los más potentes de la Armada de Estados Unidos. Las imágenes de satélite muestran que al menos uno de los “destructores”, que antes era solo una silueta con varios mástiles, ha sido mejorado con elementos estructurales adicionales.
Estas réplicas, que simulan ser objetivos, reflejan la tendencia por parte del Ejército Popular de Liberación (EPL) de China de ampliar y perfeccionar su capacidad para enfrentarse a portaaviones y otros buques de Estados Unidos. Los blancos son más representativos de la realidad, y ayudan a obtener datos más precisos durante los entrenamientos de los pilotos y los equipos que disparan misiles antinave desde otros buques o desde tierra.
Guerra futura
image.png
El portaaviones chino Liaoning, el segundo de su clase de la Armada de Pekín. Ahora está terminando una nave mucho mayor, equiparable a los grandes portaaviones de EEUU.
The War Zone menciona que los nuevos objetivos subrayan la inversión continua de China en capacidades para destruir los potentes medios navales estadounidenses. En materia de portaaviones, EEUU no tiene rivales. China ostentaba hasta hace poco un viejo portaaviones soviético reconvertido como única nave de esta clase, al que luego sumó una réplica propia, el Liaoning. Ambos son de capacidades limitadas. Ahora está terminando su primer gran portaaviones, muy similar a los grandes buques estadounidenses. Pero Washington tiene 11 naves de este tipo en servicio y una enorme experiencia que se remonta a la II Guerra Mundial. Además los 10 buques de asalto anfibio de los Marines puede convertirse en portaaviones gracias a la entrada en servicio del caza F-35, de despegue vertical. Japón, otro potencial enemigo de China, está en un proceso similar con sus cuatro portaaviones, llamados oficialmente “destructores portaaeronaves”.
China, por su lado, desarrolla misiles balísticos antibuque tierra-mar. Esto se suma a los misiles de crucero antibuque que pueden lanzarse desde aviones, barcos y submarinos. China aumenta asimismo su capacidad de detección y vigilancia. Además de los universales drones, China mejora sus capacidades de vigilancia con satélites, que además de cámaras llevan en algunos casos radares. El último informe anual del Pentágono sobre las capacidades militares de China, publicado en octubre, reseña todos estos desafíos crecientes de China.
La Armada de China está terminando su tercer portaaviones, el Fujian, el cual tendrá caracterídticas similares a los portaaviones estadounidenses. Al menos en tamaño y características generales. Resta ver si la calidad del equipo y el personal es equiparable al de la Marina más poderosa del planeta.