Dos fotos de este jueves resumen la pulseada que comenzó a jugarse en torno al futuro y destino de la empresa Aerolíneas Argentinas.
Dos fotos ilustran la dura pelea por el futuro de la línea de bandera: una de funcionarios en la Casa Rosada, la otra de Pablo Moyano y más sindicalistas
Dos fotos de este jueves resumen la pulseada que comenzó a jugarse en torno al futuro y destino de la empresa Aerolíneas Argentinas.
Por un lado, el gobierno hizo trascender que mantiene “conversaciones” con “varias compañías” privadas para ceder la operación de Aerolíneas, una instancia previa a la privatización que se vio obligado a postergar cuando tuvo que negociar la aprobación de la Ley Bases pero que ahora, al cabo de los reiterados paros en el sector aeronáutico, parece creer posible de concretar.
Por el otro, y como respuesta, los principales gremios del transporte conformaron una mesa de unidad junto a la CGT y amenazaron con poner en marcha medidas de fuerza y hasta un paro nacional de todo el sector en los próximos días.
En la Casa Rosada, como una demostración de que la intención de modificar el destino de Aerolíneas va en serio, se reunieron en torno a una mesa la secretaria general de Presidencia, Karina Milei; el asesor todoterreno Santiago Caputo; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el secretario de Interior, Lisandro Catalán.
“Reunión del gobierno nacional para terminar con la extorsión permanente de los gremios de Aerolíneas Argentinas”, postearon desde la cuenta oficial de la Jefatura de Gabinete con relación al encuentro de más alto nivel.
Horas más tarde los sindicalistas anunciaron la conformación de la “Mesa Nacional del Transporte” y replicaron con una postal que mostró al triunviro de la CGT y número dos de Camioneros, Pablo Moyano, junto al titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), Pablo Biró, el referente sindical al que la gestión libertaria achaca la responsabilidad en el conflicto de Aerolíneas. También estaba el anfitrión Juan Pablo Brey, de Aeronavegantes, el otro gremio al que la Casa Rosada adjudica la restante cuota de responsabilidad por los paros.
Según los funcionarios del gobierno, la prioridad en la Casa Rosada es destrabar el cepo a los vuelos que generan las constantes medidas de fuerza de los sindicatos liderados por el gremialista Biró.
Mientras sucede eso, en el Congreso el bloque de la Libertad Avanza y el aliado del Movimiento de Integración al Desarrollo (MID) darán impulso a un proyecto de ley presentado por el diputado del PRO Hernán Lombardi, que habilita la privatización de Aerolíneas. Para sumar cuerpo y posibilidades, los legisladores oficialistas iniciaron charlas preliminares con sectores del radicalismo para reunir consenso.
Luego de la foto en cuestión tomada en el despacho del secretario Catalán, los participantes recibieron al titular de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, para discutir los pasos a seguir en medio de un conflicto que ya complicó a más de 40 mil pasajeros y que, según amenazó Biró, “se va a poner mucho peor”.
Más allá de que por esta afirmación se decidió denunciar a Biró por amenazas y extorsión, el gobierno entiende que los gremios aeronáuticos “se pasaron de rosca y tiraron demasiado de la cuerda” ante la gente. Y que “no queda otra que responder con firmeza”.
Por eso, antes de sumarse a la reunión, el vocero presidencial Manuel Adorni se encargó de subir el tono y ser el portavoz de la seria advertencia a los gremios: “El gobierno nacional ha iniciado conversaciones con varias empresas privadas latinoamericanas para que se hagan cargo finalmente de la operación de Aerolíneas Argentinas, en caso, por supuesto, que las extorsiones que están recibiendo los argentinos con este tipo de medidas continúen”, lanzó.
Según dejaron saber cerca de Milei, las negociaciones son “tres ó cuatro empresas” que podrían absorber los vuelos de cabotaje.
Hay más de una docena de empresas que encajan con la intención del gobierno de ceder operaciones. Pero es altamente improbable que el sector privado quiera desembarcar en la línea aérea de bandera en las condiciones que vive hoy. La empresa no sólo tiene quebrantos periódicos, sino que conviven en ella cinco gremios. Algunos, a su vez, son muy conflictivos.
En Sudamérica operan 17 empresas; la más importante es Latam que ayer aseguró que no mantiene conversaciones con el gobierno nacional.
Avianca es la segunda aerolínea más relevante de la región. También están las brasileñas Azul Airlines y Gol, JetSmart, Sky Airline (Chile) y Wingo (Colombia). Tanto Sky Airline como JetSmart también tienen una fuerte presencia en Perú.
Hay que recordar que Latam operó vuelos dentro del país hasta 2020, pero se fue del mercado local en medio del gobierno de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner.
La línea aérea de bandera pierde plata sistemáticamente desde que pasó a manos del Estado, en 2008. Si bien los quebrantos se redujeron en la gestión de Mauricio Macri nunca salió de los números rojos. El año pasado, la empresa perdió 400 millones de dólares, que fueron solventados por el Tesoro nacional.