Parece que el uso de carriles exclusivos está de última moda en la ciudad. Carriles para transporte público,carriles para bicicletas, y en días y horarios, avenidas exclusivas para correr, caminar, andar en bicicletas, rollers, skates. ¡Muy bien, felicitaciones! Ahora bien, analizándolo desde una óptica de seguridad vial, ¿cuál es el integrante de la vía pública más vulnerado? ¿El que mayor índice de mortalidad y lesiones graves tiene? Sí, ninguno de los nombrados. ¡Se olvidaron de las motos! Si miramos la problemática actual y las estadísticas de accidentes, ¿a quién deberíamos proteger más? ¡A los motociclistas! ¿Se imaginan las motos circulando por su carril exclusivo? No sobrepasarían por la derecha, ni por la izquierda, haciendo zig zag entre los autos, ni estarían adosados detrás de un auto, una pick up, un camión, en donde no se los visualiza. Tal vez circularían menos sobre la acera o de contramano. ¿Y si cambiamos bicisenda por motosenda? Si prestamos atención hay sectores en la ciudad en que la acera es compartida entre el peatón y la bicisenda, si esto funciona, se debería seguir por ese camino. Podría pensarse en una circulación exclusiva para las motos para ingresar al centro, y a la vez, impedir la circulación por otras que fueran peligrosas, por ejemplo, por su adoquinado, o por sitios resbaladizos. Posiblemente, la adecuación de la vía podría disminuir el riesgo de accidentes. Una de las principales recetas en materia de seguridad vial es: educación, control y sanción; por separado no funcionan, y como todos saben no existen las recetas mágicas.