Marcos Juárez. — "Las mezquindades" y la "falta de espíritu cristiano" son,
según el sacerdote Oscar Piccinini, titular de la parroquia La Asunción de esta ciudad cordobesa,
las causas por las que pidió su traslado a otro templo, en una decisión que trascendió a nivel
nacional.
En declaraciones a un medio de la capital cordobesa, el sacerdote dijo que al
asumir su cargo "los fieles de la parroquia aportaban una importante suma para financiar
actividades, pero con el tiempo, las donaciones se redujeron drásticamente".
Según trascendió, el estilo del cura no satisface a los fieles y muchos dejaron
de asistir a ese templo para practicar su fe en la parroquia de La Merced. El detonante del rechazo
al padre Piccinini fue una homilía que disgustó profundamente a miembros de la comunidad
parroquial, en la que dijo que "en Marcos Juárez, la gente idolatra al dinero", un gesto que se
habría repetido.
Piccinini, que ayer viajó a Villa María para aclarar su posición ante el titular
de la Diócesis, el obispo José Angel Rovai, desmintió la versión según la cual su deseo de alejarse
se debía a algún acoso que estaría sufriendo por parte de una mujer. "Eso es algo que se puede
vivir en todos lados, pero no es el motivo que me llevó a tomar esta decisión", expresó.
Piccinini reflexionó: "No sé si algún sacerdote no haya sufrido acoso en algún
momento. A mí no me mueve una cuestión de acoso sexual en todo esto que planteo. Si uno tiene claro
lo que quiere, no debe temer el acoso de una mujer", y acotó: "Me pesa más la indiferencia; que la
comunidad no se haga cargo de lo que debe vivir".
Luego, el religioso señaló: "Si no puedo trabajar cómodamente; si no puedo hacer
lo que creo que la Iglesia y Cristo me piden como sacerdote, quizás sea otro sacerdote el que pueda
trabajar en esta comunidad. La falta de compromiso y ese tener que tirar siempre del carro, hace
que esto le pese al sacerdote o lo canse", se extendió.
Posible traslado. A su vez, desde el Arzobispado de Villa María, ante una
consulta, se indicó que "por el momento, por tratarse de un caso privado, monseñor Rovai no
brindará información sobre el tema", aunque el dignatario ya estaría estudiando el posible traslado
del cura párroco. Una resolución que, en uno u otro sentido, tardaría al menos un mes en adoptar,
un período durante el cual el obispo Rovai visitará la parroquia de Marcos Juárez para conocer en
detalle la situación que llevó a Piccinini a presentar la renuncia a su función pastoral. En su
nota, Piccinini aseguró que pide el traslado ante la falta de apoyo espiritual y material de la
feligresía local. En particular, el sacerdote destacó que "los fieles colaboran muy poco con la
Iglesia en las colectas que se realizan durante cada misa", al tiempo que desde el círculo más
cercano al cura manifestaron su apoyo a su labor y el deseo de que revea la actitud asumida, que
generó conmoción en la comunidad local.
El sacerdote expresó que "se trata de una idea pensada y analizada con
detenimiento. Uno presenta este tipo de pedidos formalmente", y agregó que siente "una sensación de
cansancio y desgaste porque todo el esfuerzo recae sobre el sacerdote, cuando debería ser la
responsabilidad de una comunidad. Un cristiano verdadero debe compartir y se ven muchas
mezquindades en las que se escudan para no colaborar".
Entre otras repercusiones se destaca la reacción del titular del periódico local
"Cambio", Alberto Picchio, quien en su carácter de ciudadano le envió al sacerdote una carta
documento en la que exige que el religioso ratifique o rectifique sus dichos". Picchio declaró a
LaCapital que su acción responde a dejar bien sentada "la proverbial generosidad del pueblo de esta
ciudad, herida por conceptos que de ninguna manera merecemos".