Casi una década después de “El maestro del agua” (2014), su primera película como director, el aclamado actor australiano Russell Crowe (“Gladiador”) vuelve a ponerse detrás de las cámaras en “Juego perfecto”, thriller que también protagoniza junto a un elenco que incluye a Liam Hemsworth (“Los juegos del hambre”) y a su cuñada, la española Elsa Patak (“Tropa de héroes”), entre otros. La película se estrenará hoy en Rosario tras un recorrido internacional que comenzó el 16 de octubre en el Festival de Roma.
“Soy Jake Foley. Tengo 57 años. Soy ludópata”, dice el personaje de Crowe al comienzo de un trailer que muestra autos de lujo, paisajes deslumbrantes, primeros planos de fichas y cartas de juego, además de escenas de acción. Crowe interpreta a Foley, multimillonario jugador de póquer que les brinda a sus mejores amigos la oportunidad de ganar más dinero del que jamás hayan soñado, en una noche que nunca olvidarán. Pero para jugar, tendrán que revelar algunos de sus secretos más oscuros, y a medida que avance la noche, descubrirán el motivo real por el que participan.
Juego Perfecto | Tráiler oficial subtitulado
El actor tuvo que tomar la decisión de filmar o no la película en medio de la pandemia y pocos días después de la muerte de su padre. “Estaba en un lugar particular porque mi padre había fallecido unos días antes de que surgiera esta pregunta: ¿intervendrás en un largometraje con cinco semanas de preparación antes de tu primer día de rodaje? El guion se ha convertido en un auténtico desastre, la película no tiene reparto, los decorados están sin terminar, estamos en una situación imposible... pero hay 280 personas que se quedarán sin trabajo, en una pandemia, si no decís que sí”, contó el actor a los medios australianos cuando estrenó el filme.
“Podía escuchar la voz de mi padre porque en ese momento, en realidad solo se trata de mi voluntad de dar luz verde al proyecto. Y me encontré diciendo que sí. Ahora, en los siguientes 12 meses, 10 mil veces me hice la pregunta: ¿En qué diablos estabas pensando? Porque era prácticamente imposible. Solo tenía que tener fe en mi experiencia”.
El rodaje fue efectivamente complicado por el Covid. De hecho, el equipo tuvo que hacer una pausa en el rodaje ya que algunos integrantes dieron positivo. “Tenés que aceptar que el arte siempre va a ser imperfecto”, dijo Crowe. “Siempre va a haber dificultades mucho más allá de lo que podés considerar humanamente posible de superar. Y eso es en realidad, al final del día, lo que hace que el medio sea tan especial”.
Crowe, además, se embarcó en el proyecto sin pensar en el éxito o en los halagos a su trabajo. Al actor australiano le da absolutamente igual ser uno de los intérpretes más famosos del mundo y, ya con la barba cana, ve el éxito como un valor si no íntimo, o al menos muy personal: “No me importa si me alaban, solo quiero que lo que haga tenga algún tipo de significado para mí”, aseguró. “Creo que la medida del éxito depende de un juicio individual, no necesitás la lista de triunfos de otra persona para saber si es feliz”, afirmó.