Paró en un semáforo y le robaron los $ 86 mil que había sacado de un banco
La saga de salideras bancarias en distintos puntos de la ciudad parece no tener fin. Anteayer le
tocó el turno a un empresario que fue sorprendido frente al semáforo de Alvear y San Luis, donde un
maleante le rompió una ventanilla del auto y le arrebató un maletín con 86 mil pesos que recién
había retirado de un banco cercano.
19 de diciembre 2008 · 01:00hs
La saga de salideras bancarias en distintos puntos de la ciudad parece no tener
fin. Anteayer le tocó el turno a un empresario que fue sorprendido frente al semáforo de Alvear y
San Luis, donde un maleante le rompió una ventanilla del auto y le arrebató un maletín con 86 mil
pesos que recién había retirado de un banco cercano.
René Germán A. había salido de la sucursal del banco Francés ubicada frente a la
plaza San Martín, en Córdoba al 1900, sin advertir que dos motociclistas le seguían los pasos. El
hombre había retirado 86 mil pesos y se subió a su auto. Tras recorrer algunas cuadras uno de los
maleantes que iban en la moto le rompió una ventana trasera y manoteó el bolso de cuero en el que
estaba el dinero. Con el botín en su poder, el ladrón corrió una cuadra y se trepó al rodado en el
que lo aguardaba su cómplice, con quien en escasos segundos se esfumó.
La víctima del atraco es el vicepresidente de Caefe, una empresa de insumos para
maquinaria industrial ubicada en Rioja al 4800. Cerca de las 13 del miércoles, el hombre acudió a
la sucursal del Banco Francés de Córdoba al 1900 de donde retiró 86 mil pesos en efectivo para
cancelar algunos compromisos de la firma.
Maldita luz roja. Tras cumplir con el trámite en una de las cajas del banco,
René A. se subió a su auto Renault acompañado de un amigo y juntos hicieron algunas cuadras. Ya
sólo, René llegó hasta San Luis y Alvear, donde se detuvo frente a la luz roja del semáforo. Junto
al vehículo paró una moto Honda 100 con dos hombres a bordo. Quien iba de acompañante bajó y con
una piedra perforó uno de los cristales traseros del auto.
Cuando escuchó el estallido del vidrio, René se estremeció y sólo atinó a girar
el cuerpo. En ese momento distinguió que el motociclista introducía su cuerpo en el auto y se
apoderaba del maletín en el cual había guardado el dinero y que había quedado sobre el asiento
trasero del Renault.
Mientras el empresario trataba de superar el susto y reaccionar, el ladrón salió
disparado por San Luis en dirección a Santiago. En esa esquina lo esperaba su cómplice al mando de
la moto. "Al parecer, el conductor (de la moto) lo dejó en el lugar del hecho y se fue hasta
Santiago con la idea de escapar en dirección contraria a la que venía el hombre asaltado", comentó
un vocero que instruyó el sumario policial.
Con la rapidez de un rayo, el maleante se subió al rodado y el conductor
aceleró. Entonces, los dos motociclistas enfilaron hacia el sur y se esfumaron. Resignado, René A.
fue a la comisaría 2ª para radicar la denuncia por el atraco. Hasta anoche la policía no había
localizado a los autores del robo y sólo tenía una certeza: los maleantes actuaron con un trabajo
de inteligencia previo. Es decir que conocían que el comerciante había sacado dinero del banco y le
siguieron sus pasos sin ser advertidos por la víctima.