El sábado a la noche Mirko Zanich llegaba en un auto a su vivienda del barrio Remedios de Escalada luego de realizar con su esposa algunas compras en un supermercado. Estacionó el vehículo en la puerta, pero no tuvo tiempo de ingresar a su casa: sorpresivamente fue emboscado por dos motociclistas que, a punta de pistola, lo obligaron a entrar a la propiedad. Así, el dueño de casa y su esposa quedaron a merced de los malhechores que, luego de recorrer la propiedad, recogieron 300 dólares y un reloj.
Sin embargo, ocurrió algo inesperado para los ladrones. Según fuentes policiales, al parecer efectivos policiales que patrullaban la zona vieron algo raro y eso obligó a los delincuentes a escapar. Finalmente, tres jóvenes fueron arrestados en una vivienda de la misma manzana luego de que un vecino llamara al 911. Según las víctimas, recuperaron el reloj sustraído y la llave de la casa, pero no el dinero sustraído.
Arma en la nuca. Zanich tiene 46 años y es bioquímico. Vive con su esposa Trinidad y la pequeña hija de la pareja en una casa de Rioja al 4100. Alrededor de las 21 del sábado, el matrimonio regresó en un Renault Sandero a su casa y el profesional estacionó el auto en la cochera contigua a la vivienda.
Según relató a LaCapital, Mirko abrió el baúl para bajar las bolsas que traían del súper mientras Trinidad entraba a la vivienda. En ese momento aparecieron tres hombres de entre 25 y 30 años en una moto negra de 110 centímetros cúbicos.
"Escuché que pararon dos motos. Una se estacionó y la otra tal vez se haya quedado de campana en la esquina. Dos tipos me metieron en un rincón del garaje y entonces empezaron las amenazas: «dame la plata, dame todo lo que tengas», me decía uno de los tipos mientras me hacía arrodillar y me ponía un arma en la nuca", contó Zanich.
Azorado, el dueño de casa sólo atinó a pensar en la suerte que podría correr Trinidad, que estaba adentro de la casa. Entonces les suplicó a los maleantes que no la lastimaran. "Te doy todo lo que quieras. Si querés llevate el auto, pero no le hagan nada a mi señora", rogó el hombre asaltado.
Pero los ladrones, sin inmutarse, siguieron con su plan. Uno retuvo a la mujer que estaba en la cocina. Y los otros dos llevaron a Zanich al dormitorio. Enseguida, la pareja quedó en ese ambiente. "Yo tenía un bolso con papeles, pero ellos querían plata", recordó el hombre.
Búsqueda. El bioquímico y su esposa contemplaron resignados la búsqueda desenfrenada de dinero efectivo por todos los rincones de la casa. "Revolvieron todo y tiraron toda la ropa", contó. En medio de esa búsqueda, los intrusos encontraron los 300 dólares que el dueño de la casa había cobrado por el alquiler de una propiedad de la madre.
Pero ese dinero les pareció escaso a los ladrones. "Los tipos se pusieron nerviosos y entonces les ofrecí el reloj y el celular", recordó Zanich.
"Ojo, el Comando". Al parecer los delincuentes ya estaban por cargar un televisor de 24 pulgadas y un reproductor de DVD cuando el golpe debió ser abortado. Entonces fue el momento de mayor tensión de la amarga noche.
"Uno de los tipos dijo «ojo que está el Comando»", recordó Zanich, que entonces quedó perplejo. "Cerré la puerta porque uno de los ladrones me dijo que lo hiciera, pero desde afuera un policía empujaba y me decía que abriera", comentó. Entonces uno de los maleantes le preguntó a Trinidad por dónde podían irse, pero la mujer le respondió que no tenían salida.
Entonces, alcanzaron una ventana del dormitorio que se conecta con el patio interno. Luego saltaron a un tapial lindante y corrieron por los techos de las casas ubicada detrás de la vivienda. "Pusieron una escalera, se fueron por una casa abandonada y cayeron en un pasillo por Córdoba a la misma altura", contó Mirko.
Paralelamente, Zanich y su familia corrieron a la vereda y unos vecinos los albergaron en su casa. Media hora después, los policías atraparon a los ladrones. Los uniformados recuperaron el reloj y las llaves, pero no el dinero sustraído.
Atrapados. Según señalaron fuentes policiales consultadas en Jefatura de la Unidad Regional II, los uniformados del Comando Radioeléctrico patrullaban la zona cuando vieron un movimiento raro frente a la casa de la familia asaltada. Entonces, un hombre que al parecer se encontraba en la puerta ingresó al inmueble.
Cuando los uniformados quisieron ingresar a la vivienda, los ladrones ya habían huido por los techos. No obstante, alcanzaron a incautar una de las motos en la que presuntamente habían llegado, una Honda Wave.
En ese contexto, un vecino de otra casa de la misma manzana llamó minutos más tarde al 911 y así los efectivos pudieron saber que los delincuentes estaban en el pasillo de una propiedad con ingreso por Córdoba al 4100.
Allí fueron detenidos tres jóvenes a quienes se les incautaron dos pistolas: una Bersa Thunder calibre 22 y una Browning 6.35. Los sospechosos fueron identificados como Jonatan Ezequiel J., de 22 años; Luis Alberto y Daniel B, ambos de 24 años, que serían hermanos.
Según los voceros consultados, todos tienen antecedentes penales por diversos delitos como robo calificado, lesiones, tenencia de armas, daños y amenazas. Asimismo, al cierre de esta edición todavía se buscaba a un cuarto sospechoso por el atraco.
"Nunca pensé que nos podía tocar"
"Estoy muy asustado. No pude dormir. Tengo miedo de dejar a mi señora y mi hija solas", se lamentaba ayer a la tarde Mirko Zanich al ser entrevistado por este diario. El bioquímico asaltado en su vivienda se encontraba todavía muy angustiado por lo que le había tocado vivir la noche anterior junto a su familia. "Siempre leo las crónicas policiales —reflexionó— pero realmente nunca pensé que algo como esto podía tocarnos a nosotros".