De aplicarse el cambio de fórmula para calcular el precio del boleto en Rosario, que el Ejecutivo logró aprobar en el Concejo este martes por la madrugada en una sesión maratónica, el valor arrojaría un aumento a 330 pesos en enero y en marzo podría haber otra suba que lo dejaría en 563 pesos. Con el nuevo método de cálculo por inflación, bimestral, automático y tomando como referencia el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de los dos meses anteriores, hoy el pasaje valdría 290 pesos, y el mes próximo subiría un 37,5%.
Sin embargo, desde el municipio aclararon que todavía no está reglamentado el presupuesto, restan discusiones sobre los subsidios federales y con todas esas incógnitas aún no hay fecha de aplicación, por lo que podría no comenzar en enero.
La ordenanza aprobada por el Palacio Vasallo a partir de un mensaje del Ejecutivo autoriza a actualizar la tarifa del transporte urbano de pasajeros (TUP) de manera automática en los meses de enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre de cada año, considerando el último estudio de costos elaborado por el Ente de la Movilidad de Rosario como referencia, pero teniendo como límite el IPC Nivel General de la Región Pampeana relevado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
El texto plantea que en ningún caso la adecuación tarifaria podrá superar la variación acumulada de los dos meses previos a los que se encuentren publicados. La aclaración es "publicados hasta esa fecha", pero no dice qué día del mes se toma como referencia. Así, todos los meses impares, el intendente podrá definir en cualquier momento del mismo cuánto aumentar la tarifa según los últimos índices que se conozcan.
El estudio de costos de octubre, el último disponible, marcaba una tarifa de 782 pesos sin subsidios. Con las compensaciones, el valor quedaba en 386 pesos. El precio del boleto se fijó actualmente en 240 pesos. A este estudio técnico le faltan los aumentos de noviembre y diciembre. Respecto del IPC, el de octubre fue de 8,3% y el de noviembre de 12,8%. Por lo cual, si se tomara la nueva forma de calcular la tarifa, hoy el boleto debería valer 290,64 pesos, un 21,1% más.
Pero consultoras privadas anticipan que la inflación mensual en Argentina se dispararía a una cifra histórica de 25% en diciembre, ante las nuevas medidas económicas anunciadas por el ministro del área, Luis Caputo, que implicaron la eliminación de controles de precios y una brusca devaluación, entre otras iniciativas. Con estos valores, el salto sería de 37,8%, arrojando un boleto de 330,72 pesos.
Si bien es difícil prever qué sucederá en los próximos meses, según la proyección del J.P. Morgan, en enero la inflación sería de 40% y en febrero del 30%, arrojando un nuevo salto de 70% que ubicaría la tarifa en 563 pesos para marzo.
El debate
La ordenanza que modificó cómo se aumenta el boleto en la ciudad se aprobó con 17 votos a favor contra 11 por la negativa. Votó positivamente el interbloque Unidos (Arriba Rosario, Juntos por el Cambio, Partido Socialista y Volver a Rosario), más los dos ediles libertarios; y se opusieron las bancadas Justicialista, Iniciativa Popular (María Fernanda Gigliani), Ciudad Futura y Frente Amplio de la Soberanía (Leonardo Caruana).
Desde el oficialismo argumentaron que el esquema ofrece mayor previsibilidad en un contexto macroeconómico imprevisible, con riesgo de hiperinflación. En tanto, desde la oposición afirmaron que no puede cargarse toda esa incertidumbre y déficit sobre el bolsillo de los usuarios, porque incluso correrá riesgo el sostenimiento del sistema si muchos rosarinos se bajan y comienzan a cortarse menos boletos. Por eso, pedían la alternativa de que el cálculo tenga en cuenta la variación de los salarios en lugar de la inflación.
En este marco, hay una incógnita: saber qué sucederá con el precio de los combustibles, ahora que fueron desregulados, qué pasará con el resto de los costos operativos del sistema (repuestos, lubricantes o salarios de choferes), y cuál será la sangría (o no) de los anunciados recortes en los subsidios nacionales al transporte a partir de enero, de los que nunca se conocieron detalles. Los provinciales y municipales están, por el momento, asegurados. Lo mismo sucede con el atributo social de la Sube.
Otro punto importante es que se trata de una ordenanza que en teoría tiene vigencia por 12 meses, pero con una prórroga automática por un año más, ya que prevé una especie de cláusula gatillo que la prorroga por 12 meses si la inflación interanual pasa al 40%. Obviamente, según todas las proyecciones, esta cifra se va a consumir durante los primeros meses de 2024. Incluso la previsión del Presupuesto, que está muy por debajo de lo que va a ser la inflación real, marca casi un 70% de cifra interanual. Lo que significa, lisa y llanamente, que esta facultad del Ejecutivo regirá por 24 meses, no por 12.