Días pasados escuche al doctor Hermes Binner sostener en un reportaje el discurso de los medios hegemónicos, referido a que nuestra presidente Cristina Fernández decía que le teníamos que tener miedo, y allí recorde el reportaje reciente a Julián Assange, fundador de Wikileaks, donde habla sobre la deformación del lenguaje, el intento de hacer trampa con el lenguaje para sacar de contexto un tema. Ya que la presidente se había referido a los funcionarios públicos que ella designa, refrenda y por la cual es la responsable final. De todos modos no me extraña la conducta de Binner porque responde a un partido político que siempre ha tenido dirigentes pusilánimes; sin ir más lejos recuerdo en plena dictadura cívico-militar proponer como salida política un "Pacto Cívico-Militar" junto a otros estamentos partidarios colaboracionistas de aquella época (PDP, MID). Para quienes tenemos memoria y por lo tanto también años de edad recordamos también a aquellos civiles que eran fieles voceros de esa sangrienta dictadura, por ejemplo el último intendente no elegido por la ciudadanía, Alberto Natale, que además fue titular de la cátedra de derecho político en la UNR; otros conocidos civiles, el doctor Martínez Raymonda, Sutter Schneider, el periodista Evaristo Monti, entre otros activos defensores del régimen cívico-militar. Si el PSP se autoproclama socialista no puede realizar convenios como por ejemplo con la autodenominada Fundación Libertad, que son intérpretes de una derecha regresiva y neoliberal que resulta incompatible con el ideario socialista. Es interesante que nuestros jovenes conozcan nuestra historia reciente para no dejarse llevar por engaños diseñados por equipos de marketing político y medios de difusión dominantes (Clarín, La Nación) que tratan de imponer su agenda y condicionar a nuestra novel democracia. Para finalizar, aclaro que no soy funcionario, ni empleado de ningún estamento estatal, tampoco militante partidario, me sostengo con mi actividad privada, pero reconozco que este gobierno nacional lleva a cabo muchos de nuestros sueños de juventud que pregonábamos en la década del 70, y de su gloriosa JP.