Sufrir es algo que ya nosotros, los argentinos sabemos, lo vivimos hace tiempo, somos expertos en la materia. Pero, ¿quién dijo que iba a ser fácil, que no iba a ser difícil? Una frase hecha y gastada dice: "Lo que cuesta vale", y en este momento es bueno traerla a colación y recordarla. Muchachos, algunos (como quien escribe) hace muchísimo que no veíamos a la celeste y blanca en semifinales o éramos demasiado chicos como para recordarlo. Hoy, luego de sufrir, después de 24 años, festejamos. Sí, festejamos. No me vengan con eso de que aún no ganamos nada. ¡Son 24 años, muchachos! Y sí, ahora vamos a jugar siete partidos en un Mundial. Me han escuchado y leído hablar del exitismo, de que deberíamos apoyar un poco más a nuestra selección, pido disculpas por tanta vehemencia en alguna ocasión. Pero hoy y más que nunca les pido a todos que festejen, que se alegren, que griten, que alienten, que se junten y que apoyen. A la vuelta del partido veía (y observaba) a toda la gente festejando. Por un momento, sólo por un momento, unos días, un mes y algo (como me dijo un amigo) la gente estaba contenta, feliz. Por un momento se olvidaban de los problemas laborales, económicos, familiares, no se discutía de política. Por un momento somos un país unido, donde sin importar el color de la camiseta, todos tiramos para el mismo lado, para el lado de la celeste y blanca. La gente enarbolaba los colores celeste y blanco orgullosos, tocaban bocinas, se juntaban en el Monumento Nacional a la Bandera, todos reían, todos unidos y felices gritaban, cantaban y saltaban. Al mirar tanta felicidad en mi pueblo argentino, miro a mi hijo, a mi mujer y les digo "lo hicimos". Como dijo Mascherano: "Lo hicimos". Hicimos que nuestro país se uniera e hicimos que estén todos, pero todos felices. Sin importar el resultado que vendrá, pero apoyando a nuestro equipo, quiero agradecer a esos leones que nos están representando en Brasil. Quiero decirle gracias a ellos y a los 40 millones de argentinos, porque "lo hicimos" todos juntos, unidos y felices. Gracias por devolver la esperanza y la felicidad al pueblo argentino, y ¡vamos Argentina, carajo!
































