"Aunque el monstruo es muy grande, por lo menos queremos lograr que la gente reflexione", resalta Lucrecia Mastrángelo, directora de "Nosotros, detrás del muro", el documental realizado enteramente en el Penal de Mujeres de Rosario que ganó en la categoría "serie de documentales federales para televisión 2012" del concurso de Televisión Digital organizado por el Incaa (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales) y que será emitido en cuatro capítulos a fines de este año por canal Encuentro.
Alineada al género del cine militante y documental social y siguiendo las líneas de Fernando Birri o Pino Solanas en su momento, Lucrecia es una mujer que busca mostrar una mirada femenina acerca de temáticas como la pobreza, la violencia, la prostitución, la corrupción policial y el delito.
"Nosotros, detrás del muro". Sí, en masculino. Ya que lo que Lucrecia pretende es despertar la conciencia "de este lado del muro", de las rejas para afuera. "La hipótesis que quiero verificar es que se han roto los vínculos entre el adentro y el afuera de las instituciones, sobre todo la carcelaria". Si bien la gente que está presa cometió un delito y lo está pagando, el tema es cuáles son las condiciones del encierro. Y si vamos a poder, como profesa el cartel «Instituto de recuperación de mujeres», recuperar y reinsertar esas mujeres a la sociedad. Nadie puede ser rehabilitado si nunca fue habilitado antes".
Tras las rejas. "Me encontré con una realidad muy dura dentro de la cárcel. Quería generar cierta empatía con el espectador y estas mujeres". ¿Qué se puede tener en común con aquellas mujeres condenadas por un delito, que viven tras las rejas, bajo el efecto de las drogas -algunas incluso con sus bebés- y que no imaginan un futuro ni a corto ni a largo plazo? "La gente diría: «No, yo no tengo nada en común, no soy delincuente». Y sin embargo hay situaciones de desamparo muy grandes, donde uno no necesita estar preso para sufrir encierro. Por eso apunto a los muros que cada uno tiene en su propia cabeza". Mastrángelo enfatiza en que todas las instituciones: tanto en el área de salud como de educación, están "deshumanizadas".
Drogas. La filmación, que duró tres semanas, constó de extensas jornadas dentro del Penal. Y la realidad golpeó fuerte. "Hay mujeres fumando un porro mientras amamantan a sus bebés. Hay cocaína y pastillas". "La persona sale y vuelve a delinquir, porque, ¿quién le daría trabajo a un ex presidiario?. Yo tampoco le daría trabajo a alguien que acaba de salir de ese instituto". Hay algunos talleres de costura o de computación, a los cuales asisten dos o tres internas de las 50 que hay, porque la mayoría están muy drogadas". "Ellas se cortan mucho los brazos para atravesar el dolor, una chica hasta se tragó una bombilla". Además, asegura que las guardiacárceles "casi no están", las asistentes sociales tampoco, y los psiquiatras medican a las internas con ansiolíticos". "Yo me preguntaba dónde estaba la civilización y dónde la barbarie", reflexiona acerca del trato que le brinda el personal carcelario a las internas cuando "necesitan contención". Aunque el contexto era tan cruel, la directora no encontró ningún freno a la hora de mostrarlo. "Estoy agradecida con las autoridades del penal porque me han dejado entrar con un equipo técnico importante. Nunca nos cerraron ninguna puerta, lo cual me demuestra que el sistema funciona perfectamente, con sistema me refiero al objetivo que tiene la cárcel: castigar y no recuperar. Yo quería comprobar esto, ahí no se recupera nadie". "Ya eligieron por los pobres: son muchos, sobran y hay que matarlos de a poco, encerrándolos", explica Lucrecia en cuanto a lo que piensa la mayoría de la sociedad. "El otro día miraba a Horacio Verbitsky que visitó cárceles con el ministro de Seguridad, y mostraban que a veces, como son tantos los presos, la policía les da facas para que se maten entre ellos".
"Nosotros, detrás de las rejas", que se podrá ver a fines de 2012 en la pantalla de Encuentro surgió cuando la llamaron a Mastrángelo de la FM Aire Libre para un programa que funciona en el Penal para hacerle un reportaje sobre su primera película "Sexo, dignidad y muerte. Sandra Cabrera, el crimen impune", donde relata el caso de la meretriz asesinada. "Cuando entré me quedé impactada y dije: «Acá hay que hacer otra película». A partir de ese encuentro, Lucrecia comenzó a gestar un vínculo con las mujeres, lo que ella considera una prioridad. "Yo hablo de co-producción: al sujeto protagonista le tiene que servir más que a mí la película, sino el documental social no tiene sentido", conluye la directora adelantando lo que será una película que asegura, "no muestra ningún paraíso".
Historias
A lo largo de los cuatro capítulos, Mastrángelo retrata la vida de tres mujeres: Marta D., quien cumple una condena de cadena perpetua y escribió un libro de poemas; Ana B. quien mató a su marido, víctima de violencia familiar; y Andrea L. quien está condenada por robo calificado y fue el personaje que más atrapó a la directora. Pero no a todas les interesó mostrarse. “Algunas coprodujeron conmigo y otras no”.