Una nena argentina, que fue secuestrada hace 8 años por su padre, fue hallada en Brasil y será restituida a su madre.
En 2004, el padre de la nena, que ahora tiene 10 años y cuya identidad no trascendió, se la llevó de Argentina y su madre nunca más la vio. La mujer hizo la denuncia en el país y desde ese entonces el hombre y la chiquita eran buscados.
La policía brasileña dio con la nena el año pasado luego de una denuncia de un vecino que sospechó que algo extraño sucedía con el padre y la niña. El hombre fue citado para dar explicaciones, pero se fugó. La pequeña fue entonces llevada a un albergue donde empezaron a averiguar su historia.
Todo sucedió en la ciudad de Dourados, en el Estado de Mato Grosso do Sul, pero sólo trascendió anteayer, después de que la Justicia de Menores de Brasil, tras comprobar la identidad de la niña, la entregaran a representantes de la embajada argentina.
La Policía Civil de Mato Grosso do Sul, un estado fronterizo con Bolivia y Paraguay, dijo que localizó a la niña gracias a un vecino que denunció maltratos a la nena y que aseguró que su padre la mantenía en una “cárcel privada”.
Un equipo del Consejo Tutelar de Menores fue hasta la casa y comprobó que la nena estaba encerrada en una habitación y que no tenía contacto más que con una televisión y con el padre. No iba a la escuela. Era comienzos de 2011, la chiquita tenía 9 años y llevaba 7 lejos de su mamá.
En el hogar de mejores, la nena dibujó su casa “en Paraguay”. Cleire Santana, responsable del instituto, dijo al diario Dourados Agora que “en seguida” fueron hasta la ciudad paraguaya de Pedro Juan Caballero y encontraron “a la familia del padre” de la chica. Pero los familiares del hombre, de nacionalidad paraguaya, “por miedo” negaron que la conocieran.
“Creemos que el papá y la nena estuvieron en varias ciudades y países antes de llegar a Brasil. Creo que cada vez que pensaba que podría ser descubierto por el secuestro se fugaba con la nena”, explicó Santana.
La niña había entrado a Brasil de manera ilegal y no tenía documentos. Por ese motivo, y cuando llegó Navidad, la chiquita no pudo, como el resto de sus compañeritos, pasar las fiestas en casa de un “padrino”. Y tuvo que hacerlo en la casa de la responsable del hogar de menores. En diciembre pasado, Santana le preguntó qué quería de regalo para la Navidad. “Conocer a mi mamá”, le respondió ella.
Una semana después, “como en una película”, según Santana, la mamá de la nena llamó al instituto de menores. La mujer desesperaba por encontrarla.
Enseguida intervino un juez brasileño de ese Estado quien, junto a personal de la embajada argentina en Brasil, se encargó de la asistencia médica, psicológica y lingüística de la nena. Se realizó un examen de ADN y se comprobó el parentesco de la nena con la mujer.
La niña viajó ya al país con representantes de la embajada argentina país, que se la entregarán a su madre, de origen boliviano.