El ministro de la Producción de Santa Fe, Carlos Fascendini, calificó de "realmente preocupante" la situación producida por la sequía registrada sobre todo en el norte santafesino, que afecta principalmente a la ganadería. Ante este panorama, el funcionario acompañará hoy al gobernador Antonio Bonfatti a una entrevista con autoridades, productores y entidades del departamento 9 de Julio -el más afectado- para tratar y gestionar la atención de los distintos aspectos de la problemática.
En este sentido, Fascendini confirmó gestiones ante la Nación para acceder a una ayuda económica, a partir de un convenio firmado la semana pasada por un aporte de 15 millones de pesos "para asistir a esta gente del norte", indicó el funcionario.
La situación "es realmente preocupante. Venimos siguiendo el tema todos los días no sólo por la producción agrícola sino ganadera en la zona norte (Villa Minetti, San Bernardo, Santa Margarita) y en el extremo sur en Rufino, pero lo peor está en el departamento 9 de Julio", señaló el ministro y adelantó que ante este panorama, el 10 de este mes se reunirá la Comisión de Emergencia para decidir si se declara "la situación de emergencia o desastre en la zona afectada".
Recorrida. En tanto, "mañana vamos a estar con el gobernador en la zona de Villa Minetti, de Tostado, reuniéndonos con las autoridades para tratar de diseñar la mejor estrategia para aplicar los paliativos que estén a nuestro alcance", adelantó el ministro, mientras no arriesgó precisiones sobre las pérdidas causadas por la falta de lluvias, "esto va variando depende las zonas donde llueve o no. No tenemos una estimación al día de hoy, vamos a trabajar para que haya la menor pérdida posible".
A las 11, el gobernador recorrerá junto a Fascendini y el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio -entre otras autoridades-, las obras del azud que una vez concluido a fin de año nivelará los caudales del río Salado a la altura de Tostado y posibilitará almacenar un volumen de agua suficiente para abastecer de agua potable a la población, especialmente en épocas de sequía.
Antes del mediodía, Bonfatti y su equipo mantendrá en la sede de la Sociedad Rural de Tostado un encuentro con productores y entidades de la región con el fin de analizar diversos aspectos del quehacer del sector productivo de la zona.
Luego se trasladará a Villa Minetti donde se reunirá con los jefes comunales y representantes de las entidades que conforman la Asociación para el Desarrollo del departamento 9 de Julio, integrada por el municipio de Tostado, las comunas de Logroño, Villa Minetti, San Bernardo, Gato Colorado, Gregoria Pérez de Denis, Pozo Borrado, Santa Margarita, Montefiore, Esteban Rams y entidades ligadas al sector productivo, entre otras.
Fenómeno. La sequía es una consecuencia de los efectos del fenómeno climático La Niña. Así las cosas, estiman que, para que el suelo recupere su humedad, deberían llover al menos 100 milímetros de agua. Y los pronósticos meteorológicos no son alentadores en este sentido.
Para el ministro de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente, Antonio Ciancio, "esta sequía es persistente, tiene unos siete años de duración y no es distinta a la que hemos soportado en los últimos tiempos. Montamos un operativo que ayudó en mucho a paliar la situación el año pasado (ver aparte) y ahora suponemos que va a ser igual", consideró.
Asegurar la provisión
Ciancio destacó “el esfuerzo sustancial de esta gestión para asegurar la provisión de agua en la zona afectada”.
En ese sentido, el titular de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente indicó las acciones realizadas en ocasión de la sequía el año pasado, cuando se “llegaron a hacer hasta 100 fletes por semana con dos vehículos con capacidad para 30 mil litros que compró el ministerio”, señaló.
También remarcó el avance de un proyecto de un acueducto a cielo abierto de Tostado a Villa Minetti, de 75 kilómetros de extensión, utilizando una cuneta de la ruta 35 y volcando el agua en localidades como Pozo Borrado. Además, recordó que en Villa Minetti se prevé hacer una perforación de 900 metros de profundidad para explorar el suelo y “ver si podemos tener otro punto de salida de agua”.