Las autoridades de salud estadounidenses advirtieron ayer que podría haber nuevos casos de ébola en el país, tras el diagnóstico del primer paciente con la enfermedad en Texas, pero consideraron que no habrá una epidemia.
Las autoridades de salud estadounidenses advirtieron ayer que podría haber nuevos casos de ébola en el país, tras el diagnóstico del primer paciente con la enfermedad en Texas, pero consideraron que no habrá una epidemia.
"No habrá un brote", dijo el jefe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Tom Frieden, en conferencia de prensa en Atlanta.
Mientras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ve indicios de una mejora en la situación por la epidemia en Africa Occidental, donde en los tres países más afectados ha bajado la cifra de nuevas infecciones por segunda semana consecutiva.
El caso del hombre que llegó a Texas procedente de Liberia es el primero en Estados Unidos y el primero en ser diagnosticado fuera de Africa. Cuatro personas se encuentran en cuarentena, pero no presentan síntomas. Unas 100 personas del entorno del enfermo serán analizadas.
El hombre enfermo en Texas no tuvo síntomas en Liberia. "Fue analizado antes de su viaje y tenía una temperatura corporal de 36,3 grados, o sea completamente normal. Tampoco mostró síntomas durante el viaje".
Recién días después comenzó a tener fiebre. Frieden dijo que el estado de salud del hombre continúa siendo grave. "La gente tiene muchas preguntas y lamentablemente no tenemos todas las respuestas, pero confiamos en que podremos contener rápidamente al ébola".
"Nuestra primera tarea es identificar ahora a todos los que pudieron tener contacto". Los equipos interrogarán a unas 100 personas. "Esto no significa que cada uno de ellos haya tenido efectivamente contacto con él. Tal vez sólo un puñado estuvo expuesto al agente patógeno. Pero queremos extender una gran red, para que podamos preguntar y estudiar a todos los que estuvieron en riesgo", indicó Frieden.
El enfermo, en tanto, está muy bien atendido y aislado. "Nos ocuparemos de que nadie esté expuesto al agente patógeno", señaló David Lakey, de las autoridades de salud de Texas.
La OMS destacó en Ginebra que la cifra de nuevas infecciones ha bajado por segunda semana consecutiva. Aunque se frenó el avance de la enfermedad tanto en Guinea como en Sierra Leona y Liberia, el retroceso es significativo sobre todo por lo ocurrido en la capital de este último país, Monrovia. La semana pasada no se informó allí de ningún nuevo caso, si bien la OMS subraya que no todas las infecciones son comunicadas a las autoridades.
En Guinea, donde hubo unos 50 nuevos contagios, la cifra es la más baja desde finales de agosto. Sin embargo, se confirmó un primer caso en Beyla, en la frontera con Costa de Marfil. Mientras, la organización humanitaria Save the Children advirtió en Freetown que cada hora se registran en Sierra Leona cinco nuevas infecciones del virus ébola. "El número de nuevos contagios es el doble cada tres semanas", dijo el director de Save the Children en ese país africano, Rob Mac Gillivray, quien lamentó la escasez de facilidades para atender a los enfermos.
Sierra Leona sólo tiene 327 camas de hospital y "una cifra incalculable de niños mueren de forma anónima en sus casas o en las calles", dijo. Por su parte, en la conferencia de donantes celebrada ayer en Londres para combatir el ébola se ha relacionado la retirada parcial de ayuda británica a dos de los países más pobres del mundo con la propagación del virus por Africa Occidental.