"Somos testimonio vivo de la insensatez y la injusticia frente a la violencia en el tránsito, en una sociedad que asimila con facilidad a los muertos que deja esa violencia como si fuera un costo que hay que pagar". Con esas palabras y evocando el recuerdo de su hermana y su sobrina, Mariana Sena, de la Asociación Civil Compromiso Vial, convocó a la cita que familiares y amigos de las víctimas se darán mañana, en Oroño y el río Paraná, en conmemoración del Día Internacional de las Víctimas de la Violencia Vial. Ofrecer información a los rosarinos será uno de los ejes de la actividad, que se extenderá desde las 10 hasta las 12.30, pero también será una nueva oportunidad para volver a "reclamar enfáticamente el debate de la ordenanza de alcohol cero" que impulsaron en el Concejo Municipal, y sobre la que "nunca se expidieron los concejales de la comisión de Gobierno", recordó Sena.
La conmemoración se lleva adelante todos los años durante el tercer domingo de noviembre. Esta vez, el punto de encuentro será Oroño y la avenida Illia, casi sobre el río, donde familiares, amigos e integrantes de organizaciones no gubernamentales se reunirán para recordar a sus seres queridos fallecidos en accidentes, pero también para llevar adelante actividades de concientización en uno de los puntos más concurridos de la ciudad.
"No al alcohol al volante, respeto a las velocidades máximas, descender a 40 kilómetros por hora la velocidad en las calles de la ciudad, aprender la convivencia entre los diferentes transportes que ocupan el espacio público, hacernos cargo de la responsabilidad como conductores, peatones o usuarios de otros medios de transporte", marcó Sena entre los principales puntos en los que se hará hincapié, y agregó: "Cada vez que hay un muerto, fracasamos como sociedad; como si los muertos de la violencia vial fueran de segunda, que asimilamos con facilidad como un costo más, y como si no hubiera responsabilidades individuales y colectivas, y ni hablar del Estado que debe garantizar prevención, control e infraestructura".
Por el debate. El alcohol cero al volante es una pelea que las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la prevención de accidentes vienen planteando desde hace tiempo, incluso con la presentación en el Concejo Municipal de un proyecto de ordenanza que quedó varado en la comisión de Gobierno.
"Vimos pasar a una cantidad de expertos y especialistas, participamos durante cuatro meses de las reuniones, pero nunca vimos a los concejales de la comisión debatir en serio el proyecto", criticó la integrante de la asociación.
Los representantes de las entidades que luchan por la seguridad vial ratificaron el reclamo para que "el proyecto alcohol cero al volante sea debatido y discutido por los concejales de todos los bloques en el ámbito que corresponde, que es el recinto de sesiones del Concejo Municipal. Ese es el espacio y no las redes sociales ni los medios de comunicación", destacaron.
El pedido llegó a 24 horas de conocerse los resultados de las pruebas toxicológicas que detectaron el consumo, tanto de alcohol como de cocaína, por parte del conductor del Chevrolet Corsa que en mayo pasado impactó contra un camión en Pellegrini y Paraguay y provocó la muerte de cuatro jóvenes.
Si bien Sena no descartó que "haya que debatir una normativa que aplique la narcolemia" para el control de otras sustancias como la cocaína, recordó que "las organizaciones empezamos planteando el problema del alcohol como un puntapié inicial, y así y todo hubo un desgaste durante cuatro meses sin poder lograr que los ediles lo discutan como es debido".
Campaña. Paralelamente, durante las actividades de mañana las organizaciones lanzarán la campaña #CompromisoXlaVida, que estará vigente a través de las principales redes sociales desde mañana mismo y hasta el 29 de noviembre próximo, y que propone que bajo el hashtag #CompromisoXlaVida y con el lema "Tu compromiso vial es importante", que cada ciudadano se tome una fotografía y la haga circular en internet.
Si bien las ONG rosarinas motorizarán la campaña desde la ciudad, Sena indicó que "se trata de una movida que se está llevando adelante en toda América latina y que busca que todos se comprometan a partir de un cambio de actitud frente a la violencia vial. Conductores, pasajeros y peatones, respetándonos en el espacio público que es compartido y de todos, sabiendo que las decisiones individuales afectan la vida de terceros".