La edición italiana de la revista Vanity Fair eligió al Papa Francisco como "hombre del año", por sus gestos y acciones, y le dedica la portada de su último número que ayer salió a la venta.
La edición italiana de la revista Vanity Fair eligió al Papa Francisco como "hombre del año", por sus gestos y acciones, y le dedica la portada de su último número que ayer salió a la venta.
La tapa de la publicación lleva la foto del Sumo Pontífice con el título de "Francisco, Papa coraje".
En esta edición de la revista, los reconocidos cantantes Elton John y Andrea Bocelli, y los escritores italianos Erri De Luca, Dacia Maraini y Giorgio Faletti brindan su opinión y destacan distintos aspectos del Papa.
"Francisco es un milagro de humildad en la era de la vanidad. Espero que su mensaje llegue hasta los más marginados de la sociedad, a aquellos que necesitan desesperadamente su amor", dijo Elton John.
El cantante inglés también expresó: "Este Papa parece querer volver a llevar a la Iglesia a los antiguos valores de Cristo y, al mismo tiempo, acompañarlos al siglo XXI. Si sabrá alcanzar y tocar a los niños, las mujeres y los hombres que conviven con el HIV y el sida —muchas veces solos y escondidos por el silencio—, su faro de esperanza dará más luz que cualquier progreso de la ciencia, porque ningún fármaco tiene el poder del amor".
Asimismo, el cantante de ópera italiano Andrea Bocelli, el Papa Franciso es un "regalo de Dios a su Iglesia, atormentada y plegada a las fuerzas del mal". La escritora Dacia Maraini manifestó: "Como admiradora de San Francisco, su modelo e inspirador, quiero recordar al Papa que en el primer proyecto del santo estaban las mujeres, que habrían predicado junto a los hombres".
En tanto, el escritor Erri De Luca mencionó que Francisco "va donde las vidas de los náufragos han sido recibidas con alambres de espinos".
Además, destacó que el Papa, "de hecho, ya ha vaciado de contenido la poderosa Secretaría de Estado, que dirige el cardenal (Tarcisio) Bertone".
Por su parte, el intelectual Giorgio Faletti calificó a Francisco como "un gran comunicador, una persona que inspira bondad".
Estatua. Por otra parte, ayer se conoció que Francisco se molestó por la estatua con su imagen en tamaño natural que fue colocada en los jardines de la catedral Metropolitana de Buenos Aires y pidió que la retiren.
La figura, obra del escultor Fernando Pugliese, fue expuesta así menos de diez días en la catedral que estuvo a cargo de Jorge Bergoglio como obispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina hasta su elección como el sucesor de Benedicto XVI.
"Saquen eso de inmediato", le dijo Francisco a un sacerdote. Y se retiró la estatua que se exhibía junto a una imagen de la Virgen de Luján, patrona de la Argentina.
Francisco se molestó por la estatua que lo muestra impartiendo la bendición a causa de su oposición al culto a los personalismos, según indicaron medios religiosos.
El Arzobispado de Buenos Aires tenía previsto inaugurar el pasado domingo 7 un museo en la catedral con objetos de Bergoglio de su época de sacerdote, obispo y cardenal. Pero la presentación del museo fue suspendida hasta nuevo aviso.
u$s 388.000 por una de las primeras Apple
La casa Christie's subastó ayer por 388.000 dólares una de las primeras computadoras de Apple, armada en 1976 a mano por el cofundador de la compañía Steve Wozniak, en gran parte con maderas.
El aparato, que ahora tiene casi 40 años, fue rematado muy por encima del valor que se esperaba, indicó la casa de subastas. Lleva la firma "woz" y el número de serie 01-0025.
Los primeros ordenadores de Apple no eran vendidos ni con pantalla, ni con teclado, ni con carcasa, por eso se les armaba una estructura protectora de madera. Aunque fueron las primeras computadoras para uso particular, las ventas fueron magras: Wozniak y Steve Jobs lograron vender unas 150, y un comerciante pidió otras 50.
Según se estima, aún existen otros 50 ejemplares, de los cuales sólo seis continúan en funcionamiento.
El financista rosarino y su abogado brindaron abundantes detalles del contexto en el que se movía e invertía. La jueza pidió varias veces que sintetizaran sus argumentos
Por Claudio Berón