Desde ayer a la madrugada, la comunidad de Villa Cura Brochero, 130 kilómetros al oeste de la capital provincial, esperó con oraciones, narraciones y cánticos, en vigilia organizada por la parroquia y el municipio, la llegada desde Roma de la noticia más importante en la historia de esa localidad.
A las 6.47 la plaza de la localidad estalló de emoción al recibir la noticia del obispo de Cruz del Eje, postulador de la causa. "Por gracia de Dios, quiero comunicarles que el milagro ya pasó la parte de la ciencia y de la junta médica y como se dice ya se siente el galope de Brochero santo", dijo Olivera a través de un audio mandado vía WhatsApp.
José Gabriel Brochero será el primer santo ciento por ciento argentino, ya que nació, se santificó y murió en Córdoba, siendo párroco de Villa del Tránsito.
Hay otro santo argentino, el hermano lasallano Héctor Valdivielso Sáez, nacido en Buenos Aires, quien a los cuatro años fue llevado por sus padres a España, donde 20 años más tarde moriría fusilado en una revuelta previa a la Guerra Civil Española, junto a otros siete religiosos. Y los ocho fueron canonizados por ser considerados mártires.
El cura Brochero falleció en Traslasierra en 1914, luego de una vida religiosa ejemplar, fue beatificado en 2013, en una ceremonia de la que participaron 150 mil personas y en la que se leyó un mensaje del Papa Francisco.
La junta de siete médicos vaticanos consideró un milagro la recuperación de la nena sanjuanina Camila Brusotti, que después de un infarto masivo en el hemisferio cerebral derecho, logró caminar nuevamente.
El primer caso en que El Vaticano comprobó una intervención divina atribuida a Brochero fue la recuperación de Nicolás Flores, un chico que hoy tiene 15 años, y que cuando tenía 11 meses sufrió un accidente de tránsito que le causó heridas graves.
Los médicos pronosticaron en ese momento la posibilidad de "vida vegetativa".
En 2013, cuando Brochero fue declarado beato, Nicolás llevó en sus manos el relicario para la consagración.
Brochero podría ser declarado santo entre fines de este año y febrero de 2016. "Pese a que el Papa tenía la intención de presidir una eventual ceremonia de canonización en Córdoba el año próximo, la posibilidad parece diluirse ante la probable postergación para 2017 de su regreso a la Argentina", dijo Olivera. Explicó que tras el veredicto de la comisión de siete médicos de la Pontificia Congregación para las Causas de los Santos, ahora siguen "otros pasos más sencillos" como la resolución de los teólogos, la consideración de obispo y cardenales y la firma del decreto de canonización por parte del Papa.
El obispo dijo que el Papa tiene el "vivo deseo" de que avance la causa de canonización de Brochero, a quien el pontífice considera "un cura con olor a ovejas" y el ejemplo del estilo pastoral que quiere para los sacerdotes.
Brochero, quien evangelizó a lomo de mula las sierras de Córdoba e hizo propias las necesidades de los sectores más pobres de la región, fue proclamado beato el 14 de septiembre de 2013 en una ceremonia multitudinaria en la localidad cordobesa que lleva su nombre.
Benedicto XVI, hoy Papa emérito, firmara el 20 de diciembre de 2012 el decreto del primer milagro atribuido al cura gaucho.
Brochero vivió entre 1840 y 1914, y movilizaba a miles de hombres y mujeres a través de caminos inhóspitos para participar de ejercicios espirituales, primero en la capital cordobesa y después, en una casa propia en Villa del Tránsito (ahora Villa Cura Brochero).
El sacerdote tuvo un fuerte protagonismo social al gestionar la apertura de caminos, acequias, diques, una estafeta postal y un telégrafo.
Enfermó de lepra por compartir el mate junto a pacientes con esa enfermedad, y quedó sordo y ciego para, finalmente, morir en 1914 a los 74 años.
Camila, la nena que sobrevivió al horror
El caso de la niña gravemente herida que recuperó su salud y fue considerado "sin explicación científica" y atribuido a un milagro del cura Brochero ocurrió en octubre de 2013 cuando Camila Brusotti, que entonces tenía 9 años, ingresó a un sanatorio de San Juan con múltiples lesiones, que después se comprobó habían sido producto de una paliza de su padrasto.
En aquel momento la madre de la niña le dijo a las médicas del Centro Integral de la Mujer y el Niño (Cimyn) de San Juan que atendieron a Camila que sus heridas fueron provocadas por la caída de un caballo, pero las profesionales desde el principio advirtieron que esto no era así y rápidamente hicieron la denuncia por violencia familiar.
La brutal paliza que recibió la nena le valió estar en grave estado y al borde de la muerte por dos meses, hasta que por un hecho que no pudo ser explicado científicamente, inició "una recuperación meteórica a principios de enero de 2014", y apenas tres meses después del ataque, comenzó a caminar sola, hablar con fluidez e interactuar con su familia.
Valeria Pardini, una de las médicas que la atendió, dijo a Télam que "nunca esperamos, desde lo científico, que Camila se recuperara como lo hizo" y aseguró que "hoy ella está muy bien, es una nena normal y en eso algo hubo mas allá de la ciencia, que produjo este milagro".
Reconoció que "como la familia de Camila es muy creyente, especialmente la abuela que es una persona divina; rezaron mucho e hicieron que interviniera el cura Brochero".
"El momento bisagra del caso, cuando Camila hizo el click, fue cuando su bisabuela entró a la terapia y aunque ella todavía estaba con el respirador, fue la primera vez que Camila se conectó, habló, le contestó. Incluso, la señora le cantó una canción y Camila la siguió, Camila empezó a mover las manos, abrió los ojos y fue un giro de 180 grados".
En la actualidad, y pese a los pronósticos iniciales, Camila asiste a la escuela y lleva una vida normal.
Su madre, Alejandra Ríos, y su padrastro, Pedro Oris, que también golpeaba a su mujer, están presos. El último feroz ataque que recibió Camila y que casi la lleva a la tumba vino de su propia madre.