"Chulín salió a comprar cigarrillos y justo se paró a pedirle fuego a un compañero cuando apareció una moto CG Titán roja y le dispararon". Así describió uno de sus amigos el asesinato de Diego Fernando Chulín Ferreyra, de 18 años. Al muchacho lo mataron de tres balazos la noche del lunes 22 de julio en la plaza del lugar, en Julio Vanzo al 8000 (ex pasaje 1731) entre Manuel González y Montes Carballo, a metros de la casa de su madre, en barrio Godoy. Ayer por la mañana, efectivos de la comisaría 32ª detuvieron a El cabe, de 19 años, como sospechoso de haber participado del crimen.
En su poder este joven tenía una Honda CG Titán color roja, similar a la descripta por los testigos como el vehículo en el que se movían los asesinos.
En el frío de la calle. La noche del lunes 22 de julio estaba fría. Cerca de las 22.30, en Julio Vanzo al 8000, entre Manuel González y Montes Carballo, estaban Chulín Ferreyra y Papucho. En esa zona que bordea al barrio Godoy, casas de distintos planes de vivienda alternan con quintas que aún ocupan dos o tres manzanas y otros terrenos aprovechados como placitas. A la hora señalada, el frío nocturno había vaciado la calle. Sin embargo pasó por el lugar una Honda Titán CG 150 color roja. "Se escucharon como diez disparos", según comentó una habitante de la cuadra.
Chulín fue alcanzado por tres plomos calibre 22 en el costado izquierdo de su cuerpo: una bala le dio en la mano, otra en el muslo y la restante, que se presume fue la mortal, en la espalda.
Su hermana lo trasladó en un auto particular al hospital de emergencias Clemente Alvarez, pero a poco de ingresar murió.
Un buen pibe. Sus amigos y parientes coincidieron en que Chulín que era "un buen pibe, trabajador, al que le gustaba vestirse bien. Dicen que hubo un quilombo por un robo hace unos días, en otro barrio, y que vinieron a ajustar a alguien. Pero lo confundieron. El no tenía nada que ver". Sobre los móviles del crimen se tejieron dos hipótesis. Una, sostenida por los amigos de Chulín, que decía que el blanco del ataque era Papucho.
"El (por Papucho) le robó al proveedor del búnker, sin saber quién era. Entonces los narcos lo vinieron a buscar. Andaban en una Yamaha IBR roja", contó un muchacho. La otra, la que se impuso en la investigación en manos del juez de Instrucción Juan Andrés Donnola, es que Chulín cometió un error que pagó con su vida.
"Lo del búnker de droga es mentira. Acá lo que pasó es que Chulín, un día que estaba dado vuelta, le robó la moto a la mujer de un choro más pesado que él. El damnificado fue a la casa y se la hizo corta: «tenés dos horas para devolverme la moto». El problema estuvo en que a esa altura Chulín ya había vendido la moto y no había manera de recuperarla, entre otras cosas porque no sabía quien la tenía. Así llegamos a la hora del crimen. Estos pasaron con la moto, lo vieron y le dispararon", indicó un vocero de la pesquisa. Siete vainas calibre 22 fueron encontradas en el lugar. De hecho, en la comisaría 32ª quedó radicada la denuncia por el robo de la moto, una Zanella 110.
El día después de la ejecución sus amigos dijeron. "No entendemos lo que pasó, por qué lo mataron con tanta saña. Si se hubiera tratado de un ladrón tampoco habría estado bien que lo mataran, aunque al menos se entendería, habría una causa. Pero esto es una locura", dijo otro amigo del pibe muerto.
Con información de calle, efectivos de la 32ª, comenzaron a trabajar sobre los pasos de los asesinos. Así, ayer por la mañana, efectivos de la 32ª y de la Inspección 11ª Zona, realizaron un allanamiento ordenado por el juez Donnola en una vivienda de Valparaíso al 3000. Allí detuvieron a Leonel S., un pibe de 19 años reconocido en la calle como Leo o El cabe, quien tiene varios antecedentes en su prontuario, entre ellos una mención en un homicidio ocurrido el 7 de junio pasado.
De la casa de El cabe la policía secuestró una Honda CG 150 color roja, similar a la descripta por los testigos como la moto en la que se movilizaban los hombres que mataron a Chulín Ferreyra. El lunes El cabe prestará declaración ante el juez Donnola. En la causa hay un prófugo.