El único prestatario privado del Transporte Urbano de Pasajeros (TUP), Rosario Bus, dio nuevamente la nota durante el feriado decretado por la llegada de la Selección Argentina al país, al presentar demoras durante toda la mañana por la falta de coches suficientes para hacer frente a la demanda que tuvo el sistema de parte de la gran mayoría de rosarinos que tuvieron que salir a trabajar.
Fue una jornada confusa por las idas y venidas con la declaración de feriado nacional, y la no adhesión de la provincia y el municipio en cuanto a la administración pública. Pero fue la bajísima frecuencia de colectivos la que marcó la primera señal de día atípico para todos los que salieron a la calle rumbo a sus obligaciones cotidianas.
La mañana arrancó con muchas paradas explotadas de usuarios, coches que pasaban llenos y seguían de largo sin frenar, y profundas demoras. Algunos tuvieron que acudir a los taxis, que también empezaron a faltar. No faltaron las quejas por gente que llegó tarde a su trabajo, o que tuvo que gastar un dinero imprevisto en una movilidad alternativa.
Pronto se conoció que Rosario Bus estaba funcionando con diagrama de horario de domingo. Según fuentes oficiales, Movi estaba circulando como día normal, haciéndose cargo de pagar al personal como día feriado. En tanto, la firma privada quiso aprovechar la confusión para no hacerse cargo de pagar doble, y había desafectado a muchos choferes.
Cuando se detectó esa situación, el Ejecutivo advirtió a Rosario Bus y le exigió que saque más coches a la calle, porque el cronograma oficial era de día normal atento a que se esperaba una demanda similar a la de cualquier día de diciembre. A lo largo de la mañana, la empresa reforzó los servicios, pero las frecuencias fueron de un sábado, no de un día normal de semana.
El centro estuvo lleno de gente, los negocios abrieron buscando las ventas navideñas, los bancos abrieron hasta el mediodía, las escuelas y efectores de salud estuvieron abiertos, y el grueso de la población de la ciudad trabajó con normalidad. Sin embargo, muchos tuvieron problemas para llegar a sus puestos justamente por este impacto que tuvo la decisión en el transporte urbano y el desarrollo cotidiano de actividades.
Sin descuentos
En ese marco, la concejala peronista Norma López le pidió al intendente Pablo Javkin que “acuerde medidas de protección para trabajadores”, a través de la no aplicación durante la jornada de descuentos o sanciones, habilitadas por el estatuto laboral vigente, a trabajadores de la Municipalidad de Rosario por llegar tarde por la falta de frecuencias del TUP, actividad alcanzada por el feriado.
En el decreto presentado, le solicitó además que converse con el sector privado, buscando una medida en igual sentido: “El diálogo permanente que tiene el municipio con entidades productivas y económicas es el ámbito adecuado para acordar y sugerir medidas similares para evitar descuentos en bolsillos de trabajadores, dada la confusa situación generada por la disímil adhesión al feriado”, agregó.