Rosario Central hace más de un mes que logró el ascenso y ayer, en su primer día de trabajo de cara al desafío del torneo Inicial, arrancó la pretemporada sin refuerzos. Esta situación impacienta a los hinchas principalmente. Miguel Angel Russo así lo entiende, pero fue el propio entrenador el encargado de llevar tranquilidad y de remarcar, una vez más, las complicaciones que impone el mercado de pases. "Sabemos cómo se está moviendo el fútbol argentino y sé acomodarme, pero también sé la manera en la que estamos trabajando, tanto yo como los dirigentes", advirtió el entrenador canalla luego de la práctica. Es más, reconoció que "hay muchas cosas que están avanzadas", pero no por eso dejó de destacar el comportamiento de "los futbolistas y sus representantes", quienes "esperan por otros mercados. De igual forma todo se va a acomodar. Porque salvo algunos clubes, que están más ordenados, estamos todos en la misma sintonía".
"Es obvio que hubiésemos querido un arranque con todos los jugadores, pero entiendo todo porque vivo tanto las exigencias del mercado como el trabajo de los dirigentes. No es que estamos cruzados de brazos y esperamos, sino que estamos buscando", agregó Russo, quien no siente que arranque en desventaja con otros clubes. "Lo que tenemos que hacer es acomodarnos a situaciones cambiantes como las que tenemos, pero hay que saber esperar los tiempos. Me gustaría tener todo ya, pero es imposible", dijo. Y en su crudo análisis fue por más: "Creo que tener las cosas como las queremos nos va a llevar dos o tres años. Esto es, tener una base de proyección, de armado y venta de jugadores".
El DT destacó en más de una oportunidad el trabajo que se viene realizando, pero no por ello dejó de lado la idea de que "deberemos redoblar los esfuerzos porque Central lo necesita. Sabemos donde estamos parados y también hacia dónde vamos".
"Hoy la paciencia es un elemento importantísimo porque las cosas no suceden de la noche a la mañana. Sé que algo importante por ahí puede llegar la última semana, cuando se caen otros mercados y cuando nos sentemos a negociar. Estamos bien informados y en el camino correcto. Si estuviese ocurriendo lo contrario también lo diría", se sinceró.
—Hace más de un mes hablaste de cómo iba a ser el mercado. ¿No se pudo hacer nada para acelerar los tiempos?
—No, porque todo el mundo espera. Tuvimos casos en los que teníamos todo cerrado y nos dijeron "igual espero algo de México" y esta es la realidad.
—¿Decepciona un poco eso?
—No, y hasta es entendible porque todo cambió. Este tipo de cosas no me asombra. Después estará en cada uno si es lo ideal o no, pero también en mí.
—¿Esto hace que haya que tener varias alternativas por puesto?
—Sí, pero tampoco hay muchas alternativas en el fútbol argentino. Al haber pocos jugadores y muchos clubes que estamos detrás de ellos hace que entre todos les elevemos los precios.
—¿Esto puede hacer que la búsqueda se amplíe al mercado sudamericano?
—Sí, pero esos mercados también son fuertes, por ejemplo el colombiano. Pero siempre buscaremos algo porque Central impone su respeto.
—¿El mercado está diciendo que con préstamos es más difícil?
—Seguro. En algunos casos habrá que comprar porcentajes de jugadores porque el mercado está así. Vamos a hacer apuestas como tantas veces hicimos, pero de manera tranquila.
—¿Qué tipo de apuestas?
—De jugadores que por ahí no rindieron en otro lado y que yo entiendo que pueden llegar a rendir en Central, tanto de jugadores ya hechos como jóvenes.
—Por lo que decís parece complejo que en el corto plazo pueda llegar alguien.
—En esto nunca se sabe, porque también sé que en algún momento las cosas van a suceder muy rápido y hay que estar preparado para eso.
—¿Esto hace que la columna vertebral del equipo que logró el ascenso sea la que debés sostener?
—Sí, y estoy cada vez más convencido porque son los que tienen la idea y el conocimiento del club. El resto deberá acomodarse a las expectativas que nosotros tenemos, principalmente como club.
—Sí los que lleguen van a tener menos tiempo para lograr esa adaptación.
—Es que salvo algunos equipos estamos todos iguales. Los equipos que ascendimos buscamos mantener la base y también incorporaciones, pero nosotros queremos un poco más.
El daño de no haber tenido reserva durante tres años
“El hecho de no haber tenido reserva durante tres años fue un deterioro muy alto para estos chicos. Ahora tenemos un acomodamiento como mínimo de seis meses donde a través de prueba y error se van armando como jugadores”, dijo Russo, quien cuando fue consultado si había una posibilidad de recuperar ese tiempo perdido respondió: “No, la falta de competencia no se recupera y en su momento se sufre, pero es el riesgo de estar en una categoría inferior”.