La emblemática marca de indumentaria argentina Pampero vuelve al mercado renovada y con nuevas líneas de productos. Tras ser adquirida por el Grupo Cardón —previo desembolso de 29 millones de pesos— la firma que desde hace casi 100 años es líder en equipamiento de uso intenso, lanzó un ambicioso plan de expansión que incluye la presentación de un abanico de novedades. El actual catálogo incluye más de 500 productos, pero los planes en Pampero son duplicarlos en el corto plazo.
De esta forma, nuevamente los argentinos podrán comprar las tradicionales bombachas color beige, las alpargatas para el hombre de campo, las resistentes botas negra de trabajo y las inconfundibles zapatillas de niños súper resistentes. Pero Pampero va por más y se anunció que la marca estará presente en cuatro diferentes líneas: industria, rural, aventura y básicos.
Así, Pampero vuelve a posicionarse en la oferta destinada al trabajador industrial o rural a través de calzados y guantes y se mete de lleno en las necesidades del aventurero que disfruta del turismo extremo y que requiere botas resistentes para escalar o del pescador que busca un chaleco impermeable para tener todo a mano. Además, la firma acompañará a los argentinos amantes del aire libre a los que no les puede faltar un pantalón plagado de bolsillos.
Durante una conferencia de prensa que se realizó en Buenos Aires con motivo del relanzamiento de Pampero, Gabriel Gabo Nazar, titular y mentor de Cardón, contó que la firma que ahora integra el grupo, pondrá en marcha en septiembre una nueva planta de confección de tejido plano en la localidad chaqueña de Fontana, abrirá 16 nuevos locales exclusivos de la marca y tendrá una fuerte presencia en locales multimarcas y hasta en ferreterías, carpinterías, veterinarias y estaciones de servicio.
Por otra parte, el ejecutivo indicó que apostarán al desarrollo de una red de licenciatarios que fabricarán la indumentaria en diferentes partes del país.
Nazar explicó que muchos de los antiguos licenciatarios de Pampero mostraron un gran entusiasmo por el relanzamiento de la marca. "Recibimos un fuerte fervor de los industriales de sumarse", indicó al tiempo que aclaró que el desarrollóo de licenciatarios continuará para poder cubrir la fabricación de las diferentes nuevas categorías.
Mirada al interior.En ese sentido, señaló que se buscará el favorecer a licenciatarias en el interior del país, hasta en pequeñas unidades productivas. "Un taller con 20 operarios le cambia la vida a un pueblo", resaltó el empresario.
Si bien por el momento en Santa Fe no contarán con un punto de producción, el gerente general de Pampero, Ramiro Gallo, adelantó que se avanza en negociaciones con Algodonera Avellaneda, del grupo Vicentín, para la fabricación de prendas de punto, como chombas y remeras.
Un eje clave de la nueva gestión en Pampero es justamente las alianzas con industrias ubicadas en las más diversas regiones de todo el país y la consolidación del agregado de valor en origen. No es casual que la planta de tejido plano se vaya a radicar en Chaco, en la principal provincia productora de algodón, de telas nacionales y de todos los servicios que requiere una fábrica de indumentaria como lavaderos industriales.
La integración de la cadena es uno de los objetivos más grandes en la provincia que lidera Jorge Capitanich y Nazar es partidario del trabajo local, y de esa filosofía.
El titular del grupo Cardón precisó, también, que además del desembolso de 29 millones de pesos para quedarse con la marca, el relanzamiento de Pampero demandará unos 20 millones de pesos más. Por lo tanto, la inversión total para la vuelta del clásico argentino será de unos 50 millones de pesos.
La vuelta de Pampero —que inicialmente sumará a mil trabajadores entre empleos directos e indirectos— también incluye una fuerte movida en los mercados internacionales. Ya cuentan con un licenciatario en Uruguay, a través del cual llegan a los Estados gaúchos del sur de Brasil, pero el plan es ampliar la red a todos los países limítrofes de Argentina.
Las proyecciones de la firma son terminar el año con una facturación de 200 millones de pesos, con la venta de 3 millones de unidades, y triplicar esos números en los próximos 5 años a través de la comercialización de los clásicos productos Pampero pero también del lanzamiento de nueva indumentaria —como las bombachas de jean— y accesorios y equipos de los más diversos: desde un jarro térmico hasta una parrilla y una bicicleta Pampero.
Cardón siempre tuvo la premisa de rescatar lo más auténtico de la identidad cultural argentina, forjando "una manera Cardón de hacer las cosas", y hoy Nazar quiere potenciar al máximo esa filosofía en una de las marcas más emblemáticas del país como es Pampero. •