Respecto de la carta publicada el 20 de septiembre y titulada "Cansado de los cuidacoches", me veo en la necesidad de aclarar cuáles son mis propuestas presentadas y mi posición política. Desde 1995 he presentando seis proyectos en el Concejo abordando no sólo la cuestión de los cuidacoches sino también situaciones similares como son la de los limpiavidrios y de los artistas y demás trabajadores informales callejeros. Como concejal, y para encontrar una solución, es que propuse ordenar esta actividad informal con los proyectos de creación del "Registro Municipal de Cuidacoches" y de "Cuidacoches Solidarios". Descarté la "represión" de la actividad. Opté por soluciones viables y con éxito en otros países y ciudades (departamento Maldonado -Uruguay-, Mar del Plata, entre otros). El objetivo del proyecto es terminar con el anonimato de los cuidacoches ya que al exigirles registrarse y la identificación en pechera con número, foto y datos personales, y la inscripción de "contribución voluntaria", cada uno de ellos sabrá que ante cualquier conducta irregular o presunta comisión de un ilícito puede ser denunciado a las autoridades policiales y/o municipales. El cuidacoche con identificación se cuidará de los actos irregulares, de los actos coactivos o simplemente del aprovechamiento que hacen del "temor" instalado en los propietarios de automóviles de la represalia si no le "pagan lo que le exigen" para supuestamente cuidarle el automóvil. El proyecto estipula los requisitos para la inscripción, el carácter voluntario de la "propina", las características de la identificación y la visualización de la misma. No comparto la posición de "criminalizar la actividad". Hay muchos cuidacoches respetuosos y no coaccionan. Otros abusan del temor a la represalia, otros "aprietan mal" es cierto, pero estoy convencido de que con la identificación y registro de la persona será suficiente para encausar la actividad informal y terminar con los "apretadores". En fin, seguiré defendiendo los proyectos porque creo que la intendenta tiene que reconocer este problema y reaccionar aportando soluciones en el marco de una norma aprobada en el Concejo, como lo han hecho otros municipios del país y del exterior.