En marzo de 1948 comenzó la carrera de Estadístico Matemático en la Facultad de Ciencias
Económicas, Comerciales y Políticas que, en su sede de boulevard Oroño dependía de la por entonces
Universidad Nacional del Litoral. En consecuencia, este año se celebran los 60 años de su creación.
Fue la primera carrera universitaria en países de habla castellana, según la carta en la que el
propio profesor Sixto Ríos, fundador de la carrera en la Universidad de Madrid, le reconoció al
profesor Carlos Dieulefait el mérito de la primicia.
Es oportuno y necesario recordar, en clave de homenaje a ese sabio y
humanista que puso a Rosario en el escenario mundial. Siendo fiel a su credo, que se resumía en
decir que la estadística no sólo trata las ecuaciones que se desarrollan en los pizarrones de las
aulas, sino que tiene compromisos insoslayables con la gente y con la historia, fue director
nacional de Estadísticas e Investigaciones Económicas. Desde allí impulsó el censo general de 1947,
33 años más tarde del relevamiento de 1914, para lanzarse posteriormente a la empresa de producir
los primeros estadísticos del mundo iberoamericano.
Los estudiantes de Estadística eran puestos precozmente en contacto con
las fuerzas productivas en recordados encuentros en La Querencia, de calle Santa Fe, donde tuvieron
oportunidad de escuchar y poner en sintonía lo aprendido en los pizarrones con la sabiduría
empírica de empresarios.
Proyección internacional
Una vez graduados se dispersaron por toda el continente, ocupando
destacados cargos en organismos internacionales y como docentes de importantes universidades. Sin
embargo, un esfuerzo como el realizado no pudo evitar la ingratitud y la persecución, cuando
nuestras inestables instituciones, viraron de signo a mitad del siglo pasado.
Con Dieulefait se prolonga y culmina una tradición en Santa Fe, que tuvo
entre sus representantes más conspicuos a Gabriel Carrasco, director del censo provincial de 1887 y
comisionado del Censo Nacional de 1895, además de intendente de Rosario.
Pasada la persecución, Dieulefait retoma la dirección de lo que ya se
llamaba Escuela de Estadística de Rosario.
Cuando en 1971 iba a hacerme cargo de la Dirección del Instituto
Provincial de Estadística y Censos (Ipec), en mi conversación de despedida, pude notar que detrás
de los ojos grises de ese gigante anciano, ardía sin mengua el fuego del entusiasmo creador que
impulsara toda su vida. Se abría una década que nos daría la oportunidad a los estadísticos en
Santa Fe de desarrollar una intensa labor, tanto en lo público como en lo privado.
La legislación dictada en la provincia le daba marco a esas actividades,
como la ley 7.225 que dispuso la organización del Registro Provincial de Actividades Económicas, en
un marco de integración de la información provincial.
Este proceso registra un hito cuando en 1980 se sanciona la ley 8.738 de
ejercicio profesional de las Ciencias Económicas. Por primera vez en el país se reguló la práctica
profesional de los estadísticos, con el objeto de ofrecerle a la sociedad las garantías necesarias
de que fueran empleadas las mejores prácticas y que la conducta estuviera atada a un código ético
estricto. Una vez más la provincia se ponía en la avanzada en este campo.
El Censo de 1980 mostró la capacidad de la estadística para resolver
problemas logísticos y de plazos, mediante la aplicación del muestreo, que la provincia con
recursos humanos, pudo llevar adelante exitosamente, destacándose por la prontitud de los
resultados obtenidos.
En este año aniversario, la estadística les brinda a las nuevas
autoridades provinciales la oportunidad de seguir haciendo la historia grande que caracterizó a
Santa Fe en esa materia, como en otras.
Para que Santa Fe entre de lleno en la edad de la Información, escalón
necesario para acceder a la sociedad del conocimiento, debe convocarse al saber y la creatividad de
los estadísticos, que le den nuevo impulso a un programa que inauguró hace 120 años Carrasco y
refundó hace 60 años Dieulefait.