Una de cal y una de arena. El campo no sólo no resistirá un aumento del impuesto inmobiliario rural (más allá de que quiera seguir conversando sobre porcentajes) sino que admite abiertamente el atraso de ese tributo. Algo que debe tranquilizar y mucho al gobierno de Antonio Bonfatti. Pero, los ruralistas santafesinos dejaron en claro ayer que "no están dispuestos" a que las modificaciones impositivas contempladas en el proyecto legislativo impulsado por el Ejecutivo, que contempla entre otros aspectos la readecuación de los avalúos en el cálculo de los impuestos inmobiliarios urbano y rural, terminen "transfiriendo por vía secundaria a la Nación" recursos de la producción santafesina.
Con esa tajante definición, anoche en la Legislatura santafesina, los representantes de las entidades que integran la mesa de enlace del agro santafesino inauguraron la ronda de diálogo propiciada por los senadores provinciales para debatir el proyecto de reforma tributaria previo a que el mensaje considerado clave por la Casa Gris para aliviar las arcas oficiales desembarque en el recinto de la Cámara alta.
Condiciones. En diálogo con La Capital al término del cónclave desarrollado en el anexo del Senado, el titular de Coninagro, Roberto Cerutti, reconoció que "somos conscientes de que el Poder Ejecutivo requiere alguna actualización en el impuesto inmobiliario, porque también somos conscientes de que este tributo está atrasado". Pero a renglón seguido aclaró: "No estamos dispuestos a consentir que la provincia por vía secundaria siga transfiriendo impuestos a la Nación, y esto es así porque al tratar el avalúo en el inmobiliario, estaríamos transfiriendo por vía de la renta presunta y del impuesto al patrimonio más recursos a la Nación de los que estamos aportando para la provincia".
El dirigente dijo que la posición de la mesa de enlace provincial (que también integran Sociedad Rural, Carsfe y Federación Agraria) apunta a "no convalidar de modo alguno el desbalance que existe en el uso de los recursos que la sociedad en su conjunto a la maquinaria burocrática del Estado".
Los representantes de la producción agropecuaria se mostraron muy conformes con la convocatoria realizada por los legisladores antes de votar en el recinto de sesiones el proyecto de reforma tributaria impulsado por la Casa Gris y que proseguirá en las próximas semanas con las entidades representativas del comercio y la industria. Al punto que definieron la concurrida reunión que encabezó el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Alcides Calvo, senador por justicialista por el departamento Castellanos, como "muy productiva".
"Queremos sancionar leyes que se puedan aplicar y no errarle a una normativa", resumió Calvo a su turno al fundamentar la convocatoria a los actores de la producción para debatir de la forma más amplia el proyecto de reforma tributaria.
Conflicto. "Tenemos miedo que el aumento en el avalúo rural también modifique impuestos nacionales", reforzó la posición de su colega de Coninagro, el presidente de CRA, Rubén Ferrero. Los dirigentes del campo sustentan su teoría en que existen "realidades distintas en las provincias".
"En Entre Ríos, el incremento en el impuesto inmobiliario está en la Justicia. En la provincia de Buenos Aires se pretende llevar adelante un impuestazo. Nosotros creemos que es necesario que Santa Fe actualice el impuesto inmobiliario. Lo que se está discutiendo es un aumento desmedido en lo que es el avalúo rural que está aparejado a impuestos nacionales", completó Ferrero. Y concluyó: "Los impuestos no pueden quitarle rentabilidad a los productores a tal punto que los saque de la actividad. Si el incremento es lógico, nosotros lo vamos a acompañar".
No obstante el claro planteo que le llevaron ayer a los legisladores, los ruralistas rescataron la actitud dialoguista: "La provincia de Santa Fe en esto puede dar el ejemplo de cómo se puede llegar desde los disensos de salida a un consenso general", evaluaron a su turno los ruralistas en elogioso parangón con los vaivenes en la relación de la mesa de enlace nacional con la Casa Rosada.