Un diputado solicitó al Banco Central modificar la gama cromática de uno de los billetes para diferenciarlos ya que ambos comparten tonalidades e incluyen figuras históricas
Fuente: BCRA
Billete de 2000: imagen del anverso
El diputado nacional por Córdoba Oscar Agost Carreño presentó un proyecto de resolución para que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) revise el diseño de los billetes de $2.000, ante las confusiones que genera con el nuevo billete de $10.000.
El legislador explicó que ambas denominaciones comparten tonalidades rosadas y rojizas, además de incluir figuras históricas en sus ilustraciones. Esta similitud, señaló, rompe con el patrón cromático del resto de la familia de billetes y dificulta su identificación en operaciones cotidianas como pagos, cálculos de vueltos y manejo de efectivo en comercios y bancos.
Agost Carreño advirtió que los adultos mayores son quienes más sufren este problema, ya que dependen en mayor medida del uso de billetes por su menor acceso a los medios digitales. También subrayó el impacto sobre las personas con discapacidad visual o baja visión, para quienes la distinción por color y contraste resulta esencial.
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El diputado propuso ajustes simples, como modificar la gama cromática, incrementar el contraste o sumar elementos visuales distintivos, sin necesidad de rediseñar por completo el billete. Además, recordó que en otros países se aplican paletas de colores bien diferenciadas entre denominaciones, práctica que también existió en Argentina.
El texto del proyecto finaliza: “El efectivo sigue siendo central en la economía cotidiana y, ante la incorporación de nuevas denominaciones, la seguridad y la accesibilidad deben ser prioritarias”.
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Por Luis Castro
Por Hernán Cabrera