El Indice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 1,9% en julio, reflejando un nuevo episodio de aceleración inflacionaria. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó que en los primeros siete meses del año la tasa de inflación se ubicó en el 17,3%.
La división con mayor aumento fue Recreación y cultura (4,8%), mientras que prendas de vestir registró deflación (-0,9%). Alimentos y bebidas no alcohólicas mostró una suba de 1,9%.
Los antecedentes
En junio, el Indec había cantado una inflación de 1,6%, apenas una décima por encima de mayo. Sin embargo, en los territorios más poblados de la Argentina, el índice de precios mostró subas superiores, de alrededor del 2%. Así fue en Córdoba (2,2%), Ciudad de Buenos Aires (2,1%), Gran Buenos Aires (2%) y Santa Fe (1,9%).
En julio el tipo de cambio saltó 14% en el medio de una mini corrida cambiaria que tuvo como disparador el fallido desarme de las letras que el Banco Central colocaba a los bancos para regular su liquidez, las Lefi. La mala praxis, en un marco de fragilidad del modelo económico, alimentó la demanda de dólares y elevó sustancialmente su cotización. Para corregirlo, el gobierno indujo una fuerte suba en la tasa de interés.
El salto cambiario
A principios de esta semana, el Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) publicó la llamada “inflación de los trabajadores", que fue del 2% en julio, mostrando una aceleración respecto del mes anterior. Uno de los datos más relevantes de esta medición fue que el ritmo de aumento de alimentos más que triplicó la variación mensual de junio, pasando del 0,6% al 1,9%.
El coordinador general del IET, Fabián Amico, enfatizó que “el salto en la inflación de alimentos refleja el primer impacto de la suba del tipo de cambio en julio del 14%”. A esto, dijo, debe sumarse el impacto que forzosamente tendrá en el costo de los insumos importados. “Estos dos efectos no se manifiestan en el índice de inflación de forma inmediata, sino que tienen en general un impacto rezagado; de hecho, los primeros sondeos en agosto revelan un aumento adicional de los bienes de primera necesidad.
El economista aclaró que el gobierno podría limitar el pass-through del tipo de cambio a precios “si logra inhibir la reacción de los costos laborales”. De todos modos, en ese caso, se profundiuzaría “la caída del salario real y la debilidad de los trabajadores”.
La semana pasada, la Dirección de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires (Caba) registró una aceleración inflacionaria al 2,5% el mes pasado.