“Dejá la casa o matamos a vos y a tu mujer”. El mismo día que ese cartel apareció en una casa de la zona norte, cinco tiros arreciaron contra esa vivienda cercana a Sorrento y Sabín. El ataque fue tribuido a una banda ligada a Esteban Alvarado en los barrios Ludueña y Empalme Graneros que envió a descargar las balas a uno de sus soldaditos, un joven de 28 años que aceptó 9 años de prisión por el atentado, otros hechos con armas, amenazas y su pertenencia a la organización criminal dirigida desde prisión por Fran Riquelme.
Se trata de Álvaro Leonel Aguilar, quien este martes asumió esos delitos en una audiencia realizada en el Centro de Justicia Penal. El juez Mariano Aliau avaló un acuerdo abreviado entre la defensa y los fiscales Adrián Spelta y Patricio Saldutti. El joven fue condenado como miembro de una asociación ilícita, amenazas coactivas, portación de armas de uso civil y de guerra, amenazas calificadas, abuso de arma, encubrimiento y uso de documento o certificado falso.
Buscado como soldadito de la organización dedicada a extorsiones y narcomenudeo, Aguilar fue detenido a mediados de junio de 2023 cuando ya habían sido imputados los cabecillas y el grueso del grupo. En mayo de ese año Fran Riquelme, preso desde abril de 2020, había quedado bajo la lupa por la instigación de balaceras a escuelas, establecimientos penitenciarios y comisarías; ataques que en su momento se atribuyeron al descontento por la aplicación de requisas rigurosas a los familiares de presos de alto perfil.
Bandas en disputa
Ocho meses antes de esos incidentes, en septiembre de 2022, Riquelme había sido imputado como el líder de una violenta banda integrada por una veintena de personas y con base de actuación en los barrios Empalme Graneros, Ludueña e Industrial. Una asociación ilícita que actuó con respaldo del empresario narco Esteban Alvarado —condena a perpetua— y que en esos años protagonizó una sangrienta disputa con un grupo rival afín a Los Monos:
La organización criminal comenzó a funcionar al menos desde marzo de 2021 y “producto del vínculo con Esteban Alvarado actuó sin oponentes hasta el mes de julio de 2021, cuando irrrumpió la organización liderada por Mauro Gerez y Andy Benítez”, plantearon los fiscales en el juicio abreviado. La disputa dejó decenas de muertos en esos territorios, aquejados además por balaceras y extorsiones a comerciantes.
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Por la ejecución material de algunos de esos atentados fue condenado Aguilar: se lo consideró un miembro “encargado de ejecutar personalmente ataques armados contra las personas y viviendas”. Así, fue señalado como el autor de las amenazas a los dueños de una casa de Donzietti al 100, cercana Sorrento y la prolongación de Sabín. El 12 de febrero de 2023 dejaron allí una nota mafiosa: “Dejá la casa o matamos a vos y tu mujer. Atte: la mafia Si no pagás vamos para la barbería”.
Dos casas baleadas
Las víctimas hallaron la nota y el mismo día, a las 20.40, la vivienda fue atacada con cinco tiros. La dueña de casa sufrió una herida de bala en un tobillo y fue asistida en el Pami II, en Arroyito. Aguilar fue condenado como el autor de esos disparos ejecutados con una pistola 9 milímetros y según la acusación ordenados desde la cárcel de Piñero por Riquelme .
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Otro ataque asignado a Aguilar ocurrió dos meses después, el 21 de abril de 2023. A las 21.30 disparó contra una casa de Perú al 600 bis y escapó del lugar en una moto Honda Wave de 110 centímetros cúbicos. La policía lo persiguió y lo perdió de vista hasta que en San Gerónimo y Almafuerte fue detenido en compañía de una mujer mientras trasladaba a pie la moto con pedido de captura.
Ya en libertad, la noche del 5 de junio de ese año exhibió una cédula automotor apócrifa a los policías que lo apresaron en Cabassa y Pavlov a bordo de un Peugeot Partner. Diez días más tarde volvía a detenerlo la Tropa de Operaciones Especiales junto a otros dos sindicados colaboradores de Riquelme, Mauro Leonel M. y Sergio Adrián Cabaña, condenado en mayo a 4 años de prisión por su pertenencia al grupo y un hecho de encubrimiento. Aguilar quedó preso desde entonces por los casos que ahora desembocaron en su condena. Hasta el momento suman once los condenados a penas de 4 a 6 años de cárcel por pertenecer a la organización subsidiaria de Alvarado.