El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció que las bandas de flotación del dólar se actualizarán en base a la inflación a partir de enero próximo. Al mismo tiempo, anticipó que podrían comprar hasta u$s17.000 millones para fortalecer las reservas internacionales, en caso de que se consolide la demanda de dinero.
“A partir del 1º de enero de 2026, el techo y el piso de la banda de flotación cambiaria evolucionarán cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual informado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec)”, comunicaron desde la autoridad monetaria.
En noviembre el Indec midió una inflación del 2,5%. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado se aceleró y registró una cifra por encima del 2,3% del mes anterior. Tomando en cuenta los últimos números oficiales, la banda cambiaria tendría un incremento superior al actual sistema del BCRA del 1% mensual.
Más reservas
La entidad conducida por Santiago Bausili pondrá en marcha una estrategia para incrementar las reservas internacionales, vinculada al comportamiento de la demanda de dinero y al nivel de liquidez en el mercado cambiario. Algo que venía pidiendo el Fondo Monetario Internacional (FMI), preocupado porque el Central no acumula reservas.
La proyección en materia de remonetización apunta a expandir la base monetaria desde el 4,2% del Producto Bruto Interno (PBI) actual hasta el 4,8% para el cierre de ese año, objetivo que se financiaría con la adquisición de unos u$s 10.000 millones, siempre que la balanza de pagos lo permita. Así, si la demanda de dinero sube un 1% adicional del PBI, las compras podrían alcanzar los u$s 17.000 millones.
El sistema de bandas cambiarias en la Argentina se puso en marcha el 11 de abril de 2025 y estableció un rango de $/u$s 1.000 a 1.400, en el cual el tipo de cambio fluctuaba según la oferta y la demanda. El BCRA ajustaba estos límites en un ritmo mensual del -1% y +1%, respectivamente.
En el piso de la banda ($1.000 - 1% mensual) cuando el tipo de cambio alcanzaba el valor inferior, el BCRA vendía pesos para mantener ese nivel y aumentar reservas internacionales, sin esterilizar la emisión de pesos, favoreciendo la remonetización. En el techo de la banda ($1.400 + 1% mensual) cuando el valor superior se alcanza, el BCRA compraba pesos para mantener ese nivel y absorber liquidez sobrante, reduciendo pasivos monetarios. Dentro de la banda, el BCRA podía ocasionalmente intervenir para evitar volatilidades excesivas en función de objetivos macroeconómicos, siempre sin esterilización.
El Banco Central sostenía que este esquema permitía una transición ordenada hacia la flotación, asegurando flexibilidad para la remonetización y control de liquidez ante cambios imprevistos.