Desde que comenzó el gobierno de Javier Milei cerraron casi 1.800 establecimientos productivos en la provincia de Santa Fe. Es uno de los efectos negativos más duros que el modelo económico nacional tuvo en la provincia, según un informe que acaba de publicar el Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate).
El trabajo que evalúa los impactos de la política económica en la región comparó, además, la evolución del empleo formal entre mayo de 2023 y mayo de 2025. Se perdieron casi 14.500 puestos en el período, encabezados por la industria, que resignó 6.000.
En esas condiciones, el salario de los santafesinos que trabajan en el sector privado perdió $ 1,4 millones durante la gestión de Milei. “Cayó muy fuerte en 2024 y luego se recuperó parcialmente sin retomar a su nivel inicial”, señalan los economistas del centro de estudios que conduce Sergio Arelovich.
Cuando se compara la actividad económica en los últimos dos años, juega a favor de 2025 el efecto de la sequía histórica de 2023. Por la recuperación del agro y la agroindustria, una vez que volvieron las lluvias, la economía mejoró. Pero si excluye el impacto de este vaivén climático en el sector, las caídas son significativas. El sector de la construcción es el más golpeado, con un nivel de actividad 14% inferior al de hace dos años.
Es que la construcción está paralizada por segundo año consecutivo y atraviesa “un escenario similar al de la pandemia”, señaló el informe de Mate, que agregó que los permisos de construcción otorgados están 40% por debajo del promedio relativamente estable de la última década.
Exceptuando el transporte de cargas, por el impacto de la cosecha 2025 en comparación con 2023, también se redujo el uso de todos los servicios públicos en la provincia. “Este es un indicador clave del freno general de la economía y de la caída de ingresos de su población”, apuntaron los economistas.
El ajuste provincial
El estudio afirmó que el ajuste nacional tuvo su réplica a nivel provincial. De hecho, el gobierno santafesino recortó gastos “por encima de la caída de sus recursos”. Ese diferencial fue más pronunciado en los primeros cinco meses de 2024, respecto del mismo período de 2023. En esa comparación, las erogaciones bajaron 24% y los ingresos 13%. Este diferencial se achicó este año a reducciones de 10% y 7%, respectivamente.
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Gran parte del recorte fue sobre las remuneraciones de los trabajadores y trabajadoras del Estado provincial. Según el informe de Mate, su peso, en comparación con los recursos de la provincia, tocaron un mínimo histórico al caer del 42% al 32% desde fines de 2023.
El menor gasto en remuneraciones impactó en una importante caída del salario estatal que, a pesar del cobro de “premios” en algunos casos, “sigue por debajo del nivel que tenía” al comenzar la actual gestión. En el medio, cada estatal, señaló Mate, perdió $ 6,2 millones.
También disminuyó con fuerza el gasto en jubilaciones respecto a los ingresos del Estado, alcanzando el mínimo valor en más de 15 años. “De cada 100 pesos de recursos, en 2023 destinaba 20 pesos al pago de jubilaciones, actualmente este valor cayó a 16 pesos”, señaló el informe, que destaca que “cada jubilada o jubilado provincial perdió $ 4,3 millones, en promedio, durante la actual gestión”.