Con la cosecha de soja en la bolsa, esta época del año suele ser el momento en
que los productores agropecuarios comienzan a diseñar sus estrategias de negocios para la próxima
campaña. Eso derrama en decisiones de inversión, incluida la compra de maquinaria agrícola.
En ese sentido, Agroactiva, una de las principales exposiciones
agropecuarias del país, y con un perfil netamente orientado al mercado fierrero, se para en un
momento del ciclo que permite testear el rumbo de los negocios en el sector.
Con una cosecha de soja estimada en 54,6 millones de toneladas, el panorama
para el agro es muy diferente hoy que hace un año atrás. El grano está pero, como señalaron los
directivos de la cámara que agrupa a las industrias fabricantes de maquinaria y equipo, no se mueve
lo suficiente como para cumplir con las expectativas que este y otros complejos económicos se
habían hecho respecto del efecto derrame de la supercampaña.
Expectantes por un lado, resignados por otro y muchas veces quejosos, los
hombres de campo se dieron cita esta semana en Agroactiva para ponerse a tono con los últimos
adelantos disponibles para el sector, no sólo en materia de fierros sino además, insumos y
servicios de vanguardia.
La fascinación por lo nuevo se expresa en los rostros de quienes transitan
cada metro de la gran calle de la muestra que tuvo lugar en el campo ubicado en el kilómetro 97 de
la ruta provincial 26 entre las localidades de Carcarañá y Casilda. Miradas atentas, consultas
técnicas o simplemente una suerte de visita por el shopping a campo que este año los organizadores
buscaron posicionar como la "agrópolis de ofertas", en función de las promociones que lanzaron los
expositores para seducir a los productores.
El recorrido es obligado, más allá de que las distintas alternativas
tecnológicas que se ofrecen estén o no al alcance de la mano de los productores. Algunos se
animaron a sacar la billetera, mientras que otros sólo se llevaron en su haber el conocimiento de
las tendencias que se vienen para el sector.
Los números
Aunque los ánimos no levantaron polvareda en la muestra más fierrera del
campo, tampoco alcanzaron para trazar un panorama de júbilo absoluto. En las consultas
periodísticas "a boca de stand", todos los productores coinciden en señalar que si bien el ciclo
que termina fue mucho mejor que el anterior, los actuales valores de la soja y los altos
incrementos que sufrieron los insumos, sobre todo el combustible, liman el resultado final.
Para un grupo de pequeños productores de la provincia de Córdoba, la
campaña fue muy buena, pero la inflación sigue siendo un problema. "Hay poca financiación y los
bancos están poco solventes", dijeron como una forma de expresar la poca correlación entre oferta
crediticia y niveles y condiciones de demanda.
En tanto, otros hombres de campo de la zona núcleo de Casilda coincidieron
con esa tendencia y señalaron que los costos "subieron alrededor del 40%".
Para un grupo de contratistas que llegaron desde Junín —provincia de
Buenos Aires— el escenario inflacionario no es bueno. "Salís derecho", dijeron y aclararon
que con estos aumentos "queda muy poco margen" en el negocio.
En ese sentido, desde Las Varillas (provincia de Córdoba), los productores
presentes resaltaron que hacer soja es lo más barato. "Parece que presidenta lo quiere así",
dijeron irónicamente.
Las alusiones al gobierno nacional están presentes en todas y cada una de
las charlas con los productores. Aún queda en el aire el sabor amargo del intenso conflicto que los
enfrentó y cualquier medida oficial resulta mezquina para las demandas del sector. Una muestra de
esto fue la decisión oficial de liberar 3,5 millones de toneladas de trigo para exportación, que
pese a tratarse de una demanda insistente del campo, no logró conformar a los hombres de campo,
quienes en Agroactiva dejaron en claro que la medida es sólo un alivio momentáneo.
También hubo espacio para la autocrítica. Se escucharon muchas voces asegurar que el conflicto
agropecuario por la resolución 125 fue un error. "Nos pusimos a la presidenta en contra y ahora
hasta que no se vaya este gobierno no lo vamos a cambiar", indicó un productor y agregó: "De todas
maneras es cierto que el campo puede subsitir, con esta política de gobierno inclusive, mientras
que el trabajador que está en relación de dependencia no", se sinceró.
La financiación
Con respecto al tema de la financiación, si bien los hombres de campo
observan que un movimiento mayor, sólo está presente en los bancos, y prioritariamente para la
compra de maquinaria argentina.
Reconocen que muchos de ellos se sentaron sobre su soja y guardaron dinero
en lugar de invertir. Como ejemplo, explicaron que el trigo de la campaña anterior no está vendido,
aunque aclararon que esto no alcanza para realizar demasiadas inversiones, que sólo se hacen para
mantener en funcionamiento la actividad o quizás renovar el parque de maquinaria.
"Se siembra pero no se vende. Está guardado el trigo y hay muchas
expectativas puestas en el cambio de gobierno", indicaron desde Leones (Córdoba) y acotaron: "Con
estas políticas, si siguen, puede que desparezca el colono chico y muchos más". Ante esto, los
productores insisten en que en la campaña que se avecina, sobre todo la de trigo, hay muchas dudas
e incertidumbre respecto de la siembra.
Por su parte, Carlos Sartor, secretario de Sistemas Agroalimentarios de
Santa Fe, reconoció que si bien la cosecha en general fue buena, hay cierta retincencia a la
inversión o a sembrar cultivos más riesgosos como el trigo, aunque admitió que finalmente el
productor se termina inclinando por esta opción para mantener la sustentabilidad del campo.
Finalmente, los productores presentes que recorrieron Agroactiva dejaron en
claro que el panorama del ciclo que viene no se vislumbra con demasiado optimismo y no sólo por el
clima sino por el escenario político.
Descreídos de un cambio de rumbo en las políticas oficiales y escépticos
sobre la posibilidad de restablecer los lazos de confianza con la gestión de Cristina Fernández de
Kirchner, muchos hombres de campo apuestan a un recambio presidencial en 2011. Deseo que, por otra
parte, se aleja en la medida en que avanza la reconstitución política del oficialismo y la
dispersión del arco opositor. Un sector del agro, en ese sentido, comienza a pensar en pedir
tablas.